Western Apaches

* Altaha, Wallace. Nació el 15 de julio de 1871 en Cedar Creek (Gila County, Arizona), llegando a ser un “hombre medicina” y jefe apache de la banda de Cedar Creek. Vivió en Globe (Gila County, Arizona) en 1930, y en Fort Apache (Navajo County, Arizona), durante aproximadamente 2 años.

En la Reserva Apache White Mountain, algunos apaches fueron llamados con nombres anglosajones, pero otros mantuvieron sus nombres nativos. Ese fue el caso de Altaha, padre de cuatro hijos, el mayor de los cuales, Wallace Altaha (placa R-14) se convirtió en el ganadero nativo más rico de los Estados Unidos.

Su gran manada de reses comenzó cuando el Departamento de Guerra dio a su padre Altaha una vieja vaca negra, destinada a su ración semanal de carne. En vez de matar al animal, lo ataron y le pusieron su número de marca. Unos meses después le pusieron la misma marca a su ternera. Además, cada vez que el gobierno les daba un novillo por su asignación de carne, lo cambiaban a algún nativo por la novilla o vaca que a él le habían dado. Cuando el rebaño contaba con 12 cabezas, Wallace Altaha, que entonces tenía unos 30 años, se compró su primera silla de montar. Cabalgando entre su rebaño, que pastaba la hierba que le llegaba a la altura de las rodillas en la zona de Ash Flat (Graham County, Arizona), se sintió orgulloso. Más adelante dijo: Tenía la mejor silla de montar, el mejor caballo y la manada de ganado más grande de Ash Flat. De hecho, la suya era la única manada digna de ese nombre. Los otros apaches mataban la res tan pronto como era entregada por el gobierno.  

Cada primavera encontraban una cantidad de terneros cada vez mayor correteando por la exuberante hierba de Ash Flat. Los novillos de cuatro años, finalmente estuvieron listos para el mercado. Un día, mientras cabalgaba, encontró muerta a la primera vaca negra, aparentemente de vieja. Wallace reflexionó un minuto. Para ser un buen ganadero no debía conservar su ganado hasta que fuera demasiado viejo y débil para caminar.

Habían estado tan ocupados en la cría de ganado que no habían prestado mucha atención a algo también importante, la comercialización. Demasiado viejo y enfermo, Altaha dejó todo a cargo de Wallace, quien degolló su mejor novillo de dos años, cortó una generosa porción de un cuarto trasero, y de inmediato partió a caballo a Fort Apache, a 80 km de distancia.

De regreso, vino con un contrato para suministrar la carne que Fort Apache necesitaba para entregar a los nativos de la reserva, y la necesaria para el consumo de todos los militares del puesto. Su manada sumaba entonces 300 cabezas. Wallace rodeó de inmediato sesenta cabezas y, con la ayuda de dos de sus tres hermanos, pronto se puso en camino por el agotador camino con tres elegantes novillos, con sus cascos haciendo clic metálico en el terreno rocoso.

Wallace aprendió que los novillos podían perder más peso en cinco días de dura marcha que el que podían ganar  pastoreando durante cinco meses, por lo que decidió  trasladar su manada a otro lugar, más cerca del lugar de la entrega. Al llegar a Warm Springs, cerca de donde el Carrizo Canyon se une al río Salt, aproximadamente la mitad de la manada, con las pezuñas doloridas, no pudo caminar más. Wallace aprovechó la parada para hacer un reconocimiento. Después de una difícil subida desde el suelo del cañón hasta el borde norte, dejó que su caballo se descansara al estar resoplando. Miró hacia atrás y hasta donde alcanzaba la vista, vio amplias zonas con suficiente hierba para toda su manada. Siguió cabalgando hacia el este y hacia el norte.

Cuando llegó a lo alto de una cima vio una larga línea de vegetación que se retorcía hacia el norte. Eran álamos. Para un nativo de Arizona eso solo podía significar una cosa, agua. Era el alto valle del Cedar Creek, y en él, Wallace instaló su campamento permanente. Hizo una reclamación sobre aproximadamente 150.000 acres de tierras para pastoreo. Aproximadamente, su límite norte eran las Mogollon Mountains; el oeste, el cañón del Carrizo Creek; el sur, el borde del río Salt; y Fort Apache estaba a solo 16 km en su límite este. Wallace había movido su manada al menos tres días más cerca del punto de entrega.

Esa zona podía mantener muchas más reses de las que tenía, por lo que fue a Sonora a comprar 100 vacas y novillas mexicanas. El oficial a cargo de las reses de Fort Apache le proporcionó varios terneros Herefords.

En una ocasión, Wallace vendió en Fort Apache 50 cabezas de novillos de una vez. Después de que el oficial calculase la suma total, esta ascendía a unos 1.800 $.  

No solo había vaqueros apaches trabajando para él. John Moore, un hombre blanco, fue su capataz durante 20 años.

Su mejor año fue 1918, ya que sus ventas ascendieron a 45.000 $. Ese año, el gobierno estadounidense necesitaba dinero, por lo que el superintendente de la Reserva de Fort Apache sugirió a Wallace que adquiriera dos o tres mil dólares en bonos Liberty. Compró 25.000 $. Y más tarde, compró bonos Victory por valor de 5.000 $.  

Durante años, de 6.000 a 10.000 cabezas de ganado vagaron por los 150.000 acres de terreno. A un promedio de 32,50 $ por cabeza se puede calcular el valor de su manada.

Charles L. Davis, superintendente de la reserva, propuso a Wallace que se construyera una casa, pero después de tantos años viviendo en una wickiup pensó que no se iba a acostumbrar. Ni él ni sus tres esposas, con las que engendró 26 hijos. Construyó una cabaña, pero la utilizó para guardar las sillas de montar y otros utensilios. Antes de 1920 se casó con Dora Kahn, nacida en 1882 y fallecida en 1937, con quien tuvo 11 hijos y cuatro hijas: Alice (1895–1978); Laura (1898-fallecida)Marcus (1901-fallecido); Rufus (1908-1983); Joseph (1909-fallecido); Robert (1910-1943); Marcus (1910-1977); Vincent (1913-1983)Thomas (1914-1945); Enid (1917-1934); Wallace Jr. (1919-1996)Clara (1920-1935); Carl (1923-2014);  Fred (1926-2000);  Coe (1929-fallecido). Con sus tres esposas, Wallace engendró 26 hijos.  

En 1921 acompañó al superintendente Davis y a otros apaches a Washington, D. C., para tratar asuntos ganaderos. No se compró un automóvil hasta la primavera de 1926. A varios de sus hijos les gustaban los coches convenciendo a su padre para que comprara cada vez mejores vehículos.  

Cuando falleció el 3 de diciembre de 1937, en Cedar Creek, a la edad de 66 años, su manada tenía aproximadamente 7.000 cabezas de ganado. Sus herederos decidieron venderla para repartirse la herencia.  Fue enterrado en el cementerio de Cedar Creek.

* Apache Kid. Apache White Mountain. Parece que al principio fue llamado Ski-be-nan-ted; aunque más tarde le llamaron de diferentes formas, Haskay-bay-ne-ntayl, Oska-ben-nan-telz y Es-ki-binadel. Hay varias versiones sobre los primeros años de Apache Kid. Una que nació en el Aravaipa Canyon (Graham y Pinal Counties, Arizona) en torno a 1860, siendo un miembro de la banda de Chiquito. Otra que era el mayor de siete hermanos y que nació en una wickiup cerca de Globe (Gila County, Arizona) en 1868. Era de tez oscura, incluso para un apache, guapo, alto, con penetrantes ojos negros y una boca fina. Tenía la cara lisa  y delgada, llevaba un sombrero negro y cuando podía, llevaba botas.

Cuentan que su padre Togo-de-Chuz ganó el afecto de una muchacha frente a un rival llamado Rip,  engendrando un rencor que estallaría 20 años después.

De muchacho trabajó para algunos comerciantes de Globe, lo que llamó la atención de Al Sieber que le contrató como asistente. Donde iba Sieber iba Apache Kid al que enseñó a cocinar. Finalmente, se alistó como explorador, donde pronto llegó al rango de sargento y como tal tomó parte en el enfrentamiento de Big Dry Wash con la compañía E del teniente Morgan. Al cabo de dos años, era sargento 1º, yendo a México con Crook en 1883, cuando Sieber era jefe de exploradores.

La vista de Apache Kid es asombrosamente aguda, escribió un periodista que conocía a muchos de los que más tarde persiguieron a los apaches chiricahuas. Una vez, un oficial del Ejército al mando de un destacamento donde iba Apache Kid como explorador dijo a ese periodista que un día, mientras iba con Apache Kid por un acantilado con vistas a una vasta llanura, informó el explorador apache que había un grupo de hombres montados a 24 km de distancia. Con la ayuda de prismáticos, el oficial apenas podía ver unos puntos en movimiento en la llanura. A simple vista, Apache Kid podía discernir no solo el número de hombres montados en el lejano grupo, sino también la cantidad de hombres blancos, de indios, y de caballos y mulas que iban en el grupo. El oficial se reunió con ese grupo más tarde y comprobó que el informe de Apache Kid era totalmente correcto. Tal agudeza de visión podía ser considerada como algo fuera de lo normal, y así era en efecto, pero ese incidente revela que no solo tenía buena vista, sino que también era inteligente. A esa distancia los apaches no podían en realidad ver la diferencia entre blancos e indios, y cuántos de ellos iban en el grupo, pero podían deducirlo por su experiencia, por el polvo levantado y por otras señales. Un experto apache puede diferenciar entre un caballo y una mula casi tan lejos como puede ver cualquier otra cosa. Una mula de carga y una montura se mueven de manera diferente y pueden ser fácilmente distinguidas por un ojo experto. Los hombres blancos y los apaches no se sientan en sus cabalgaduras de igual manera, así que eso de distinguir los elementos de un grupo en la distancia es más una cuestión de observación y deducción que de otra cosa. La «hazaña» de Apache Kid en esa ocasión se debió no solo a su fenomenal vista, sino también a su imaginación e inteligencia.

Apache Kid volvió a México durante la campaña de Gerónimo a principios de 1885 y cuando Al Sieber regresó a San Carlos, Apache Kid fue con él. Estuvo brevemente en las White Mountains hasta que el capitán Crawford alistó 100 exploradores, apuntándose de nuevo para ir a México a finales de 1885.

En ese viaje ocurrió un incidente. Varios soldados norteamericanos, empacadores y exploradores apaches se emborracharon en el pueblo mexicano de Huásabas (Sonora). Allí había un comandante mexicano con un batallón de Infantería. Algunos de los soldados mexicanos fueron enviados porque tres exploradores apaches habían atacado a una mujer mexicana. Cuando los soldados llegaron al lugar, los exploradores apaches trataron de huir. Los mexicanos dispararon matando a uno, hiriendo a otro y capturando al tercero que resultó ser Apache Kid. El comandante mexicano quiso fusilarlo de acuerdo a la ley mexicana, pero el alcalde dijo que temía que eso causara problemas entre los dos gobiernos, por lo que multó a Apache Kid con 20 $, siendo enviado de vuelta a San Carlos con Al Sieber.

Apache Kid se casó con una hija del viejo jefe Eskiminzin. No tuvo más mujeres hasta que se convirtió en un fuera de la ley.

En mayo de 1887, el capitán Pierce, Agente en San Carlos, y Al Sieber fueron a Fort Apache, dejando a Apache Kid a cargo de los exploradores y del cuerpo de guardia. Estos decidieron hacer tiswin y se emborracharon, dejando la unidad sin permiso, en la que varios se embriagaron cuando en un altercado, un explorador llamado Gon-Zizzie mató de un disparo en la espalda a Togo-de-Chuz, padre de Apache Kid. Los amigos de Togo-de- Chuz mataron a Gon-Zizzie. Sin embargo, esto no apaciguó al joven sargento. Gon-Zizzie era hermano de Rip, el apache que había mantenido su rencor con Togo-de-Chuz durante más de 20 años, y Apache Kid pensó que Rip, estaba detrás de la muerte de su padre. Fue con sus exploradores y mató a Rip, regresando al campamento de su difunto padre para beber tiswin y meditar sobre su muerte.

Avisado por Toney, sargento explorador apache, que Apache Kid quería hablar con él, Sieber se puso en contacto con el oficial al mando, el capitán Pierce. El 1 de junio de 1887, Pierce y Sieber, con dos intérpretes, Antonio Díaz y Fred Knipple, reunieron a los exploradores que participaron en los altercados, ordenándoles desarmarse y cumplir el arresto, hasta que los incidentes fuesen investigados. Apache Kid estaba con seis o siete compañeros, inquietos, alertas y con las armas listas junto a sus caballos. Pierce, Sieber y los dos intérpretes estaban desarmados. Otros apaches de campamentos cercanos estaban allí mirando, muchos de ellos armados, expectantes por lo que pudiese ocurrir. Pierce dijo a Apache Kid que entregase su rifle y munición. Apache Kid se lo entregó al igual que los demás exploradores. El capitán Pierce ordenó a Apache Kid que fuese al cuerpo de guardia para que el sargento le encerrase a él y a los otros exploradores, gritando al calabozo. Iban a ir hacia allí cuando sonó un disparo entre los apaches reunidos. Al Sieber había dejado las armas de fuego de los exploradores en una mesa justo detrás de la entrada de su tienda cuando sonó el disparo. ¿Por qué? No se sabe, pero eso fue la chispa que encendió todo. (Según diría más tarde el intérprete Antonio Díaz, los apaches reunidos creyeron que cuando el capitán Pierce gritó al calabazo, pensaron que los exploradores detenidos serían enviados a Alcatraz o incluso a Florida).

Un apache saltó hacia su carabina y la cogió de la mesa, pero Sieber le dio una patada cayendo de sus manos, arrojándose hacia la tienda para armarse. Apache Kid huyó desarmado. Cuando Sieber iba a su tienda, un explorador apache llamado Curley disparó a Sieber desde un lugar donde había arcilla para hacer ladrillos de adobe, dándole en la pierna (le dejaría cojo de por vida). Siempre se creyó que fue Curley quien hizo ese disparo, pero Pau Pattonex contó el 22 de febrero de 1939, que fue su hermano Pas-lau-tau quien lo hizo. Sin embargo, la mayoría de los testigos allí presentes, dijeron que fue Curley. Probablemente, eran varios los apaches los que disparaban contra Sieber y es difícil saber qué bala le alcanzó, pero cabe destacar que nadie culpó a Apache Kid porque estaba desarmado en ese momento. Una bala del calibre 45-70, lo suficientemente pesada como para derribar a un búfalo, impactó en el pie izquierdo de Sieber, derribándolo al instante, y su tienda fue acribillada a balazos. Durante la confusión, Apache Kid y varios exploradores apaches huyeron. Sieber acusó a Apache Kid a pesar de que hubo testigos que afirmaron que el explorador era inocente. Dos compañías del 4º de Caballería, bajo el teniente Charles Elliott, salieron al galope siguiendo su rastro durante 15 o 25 km sobre el río San Carlos antes de que la oscuridad les alcanzase. A la mañana siguiente, descubrieron que los huidos habían dado la vuelta en dirección al Aravaipa Canyon y el valle del Río San Pedro, continuando la búsqueda.

Varios periódicos comentaron el incidente. Uno de ellos dijo que nunca se puede confiar en un indio y otros de manera similar. Desde Fort McDowell, el mayor E. J. Spaulding, del 4º de Caballería, telegrafió a los representantes de la ley para que notificasen a los colonos que cuiden su ganado y no vayan solos hasta que los apaches estén de vuelta en la reserva. El general Miles se apresuró a ir a San Carlos desde Los Angeles, emitiendo una declaración de prensa para culpar del problema a un “grupo de borrachos” y a una disputa entre dos bandas en la que Rip fue muerto porque era el culpable de la muerte de Togo-de-Chuz. Los apaches han sido bien tratados, dijo Miles, y el asunto es el resultado de la innata diablura del carácter indio, excitado por el alcohol. Miles salió de Los Angeles (Los Angeles County, California) el 13 de junio de 1887 acompañado por el  teniente Gatewood, su nuevo ayudante. Comprobando que se estaba haciendo todo lo posible para atrapar a los apaches huidos, se preparó para volver a Los Angeles cuando recibió una noticia que podía resolver el asunto.

Los apaches huidos, después de volver de nuevo hacia el sur y robar  un caballo de Tom Horn, siguieron por el río San Pedro, pasaron  por Benson (Cochise County, Arizona) y las conocidas Whetstones en dirección a la frontera. Tal vez su intención era ir a México, pero si es así cambiaron de parecer, a pesar de que les hubiera sido fácil hacerlo. Parece evidente que Apache Kid aún no se consideraba un fuera de la ley, y todavía estaba preocupado por el asunto del motín, y deseaba regresar con Sieber y volver al servicio. Volvieron de nuevo al norte. Cometieron pequeños robos, aunque algunos les acusaron de la muerte de Bill Deal o Diehl (un buscador minero socio de Walapai Ed Clark), y de Mike Grace, muerto cerca de Crittenden (Santa Cruz County, Arizona), en Sonoita Creek. Miles escribió que los apaches huidos robaron, pero muy poco, a menudo pasando junto a rebaños de ganado sin hacer nada. Dijo que se creía que había sido Hale (más conocido como Miguel, un yaqui adoptado por los apaches San Carlos) el instigador del levantamiento, y el que hizo el primer disparo, y el que mató a Bill Deal y a Mike Grace, y que todo eso es una atenuante para los amotinados.

El teniente Carter Johnson con exploradores apaches de Camp Thomas (Graham County, Arizona) se unió al teniente James B. Hughes en la boca del Aravaipa Canyon, y los dos oficiales persiguieron a la banda de Apache Kid hacia el sur y luego dieron la vuelta hasta el campamento de los hostiles en las Rincon Mountains. La banda de Apache Kid recibió una andanada de disparos que no mató a nadie, pero perdieron el equipo del campamento y los caballos que estaban sueltos, incluido el agotado caballo de Tom Horn. Entonces Johnson recibió la orden de Miles de abandonar la persecución. Apache Kid había enviado un mensajero a Miles diciendo que quería volver, pero que no podía porque Johnson se lo estaba poniendo difícil. El general aprovechó la oportunidad y retiró al teniente de la escena. Apache Kid cumplió su palabra y se rindió. El 22 de junio de 1887 se rindieron ocho y tres días después, Apache Kid y otros siete.

Miles escribió que, aunque se dio cuenta de que los exploradores no comprendieron totalmente los cargos que se hacían contra  ellos, ordenó un consejo de guerra como si fueran soldados blancos. Los testigos dijeron que no vieron a Apache Kid armado, o disparar contra nadie, ni hacer otra cosa que tratar de alejarse una vez iniciado el tiroteo.

El capitán Pierce, primer testigo de la acusación, declaró:Al ponerse el sol, el 1 de junio, le informaron que Apache Kid había vuelto y estaba en el alojamiento del Sr. Sieber. Fui allí con el Sr. Sieber y con los intérpretes Antonio Díaz y Fred Knipple. Otros cuatro exploradores apaches que se habían ido al mismo tiempo que Apache Kid estaban con él en la tienda del Sr. Sieber. Cuando llegué dije, ‘¿dónde están los cinco exploradores que faltan?’ Todos dieron un paso al frente. Le dije a Apache Kid que me diera su rifle y su cinturón. Me los dio y los puse en una silla que había allí. Lo mismo pasó con los otros cuatro exploradores. Luego dije, ‘al calabozo’. Dos o tres se acercaron a la silla para sacar las fundas y cuchillos de los cinturones, ya que eran de propiedad personal. En ese momento oí algo de ruido que atrajo mi atención frente a la tienda de campaña y vi a unos hombres a caballo con armas de fuego y sacando cartuchos de sus cinturones. Dije a Sieber que tuviera cuidado, que iban a disparar. Inmediatamente, sonó un disparo efectuado por alguien del grupo que estaba frente a la tienda. Me di la vuelta y entré por la puerta de entrada de la tienda de campaña y la crucé [la tienda tenía dos puertas, una frontal y otra trasera, ambas abiertas]. Sieber se metió en su tienda, y también Fred Knipple. No vi lo que hizo Antonio Díaz.

Hubo entre 15 y 25 disparos efectuados por personas situadas frente la tienda [un buen número de ellos pasaron a través de la parte posterior de la tienda de campaña, entrando por la puerta delantera]. Yo volví a entrar por la puerta trasera de la tienda y salí por la delantera. Sieber estaba en su tienda herido en su pierna izquierda por debajo de la rodilla. Todos los cinturones que yo había dejado en la silla habían desaparecido y también dos de las armas de fuego que había quitado a los exploradores. Esos rifles estaban en el suelo cerca de donde yo los había dejado después de habérselos quitado a los  exploradores. Los cogí, los llevé a la tienda del señor Sieber y los puse en su cama. Los cinco exploradores [entre ellos Apache Kid] y algunos apaches que estaban frente a la tienda de campaña habían desaparecido y el tiroteo cesó cuando llegué de nuevo frente a la tienda.  No puedo identificar a nadie en particular como autor de los disparos. Después de que ellos desaparecieron,  la tarde del 1 de junio, no fueron vistos por mí de nuevo hasta el 24 de junio”.

El 3 de julio de 1887, el Tribunal fue al alojamiento de Sieber, donde yacía herido, imposibilitado para asistir a las sesiones. Sieber juró y dijo que  conocía a Apache Kid hacía unos ocho años. El 1 de junio Apache Kid, sargento 1º de exploradores que estuvo ausente durante cinco días sin permiso, regresó por la noche sobre las 05:00 horas, viniendo hacia mi tienda, testificó Sieber. «Se me ocurrió ir a la Agencia e informar al capitán Pierce que ellos [los exploradores apaches] estaban en mi tienda. El capitán vino conmigo a mi tienda, y al llegar allí, me dijo que le señalase los cinco apaches que habían estado ausentes y que habían regresado. Mientras lo hacía, él los desarmó, les cogió sus armas y cinturones, y después les ordenó ir a la cárcel. Dio la orden dos o tres veces al  sargento 1º Apache Kid y a los otros cuatro exploradores.

Apache Kid hizo un gesto con su mirada y los cinco se lanzaron a por sus armas.  El capitán Pierce saltó entre dos de ellos y las armas, tirándolas lejos, y yo hice lo mismo entre los otros tres y las armas. Apache Kid, el más cercano a mí, cogió su rifle, que yo agarré con mi mano derecha y empujé hacia atrás a Apache Kid con mi mano izquierda, y entonces el capitán Pierce me dijo ‘¡Cuidado, Sieber, que van a disparar!’, y se arrojó hacia mi tienda. Pateé las armas que estaban a mi alcance hacia mi tienda todo lo que pude. En ese momento sonaron dos disparos, uno después de otro. Apache Kid saltó lejos de mí y corrió alrededor de mi tienda. Yo entré en ella para coger mi revólver. En ese momento se produjeron varios disparos que pasaron a través de mi tienda de campaña. Cuando cogí mi revólver salí fuera y disparé al primer apache que vi que estaba sobre su caballo, y que evidentemente era uno de los que habían disparado. Mientras disparaba me dieron en la pierna, me la rompieron y caí al suelo. Alcancé de nuevo mi tienda encontrando allí a Fred Knipple, quien trajo agua para echar sobre mi pierna.

Sieber dijo que la apariencia y actitud de los exploradores apaches ese día era belicosa. Lo pensé por su postura y por tener las armas en las manos, contrario a las órdenes. Hablé con Apache Kid y me respondió con brusquedad. Dijo que interpretó la mirada que Apache Kid hizo a los otros cuatro como que lo habían planeado antes de llegar, que al ordenarles ir al cuerpo de guardia… por la mirada, cada hombre sabía lo que debía hacer, saltando cada uno a por las armas.

El intérprete Antonio Díaz testificó que había llegado al lugar antes que Pierce o Sieber. Estrechó la mano de Apache Kid preguntando, ¿Cómo es que habéis estado fuera tanto tiempo?, respondiéndole, Hemos estado fuera y matado a un hombre en el Aravaipa. Entonces le dije: Siento oír eso, respondiéndome que no era asunto mío ni de los agentes. Eso es asunto nuestro y de nadie más. Entonces le dije que no me importaba si usted mataba a 10 o 12 indios al día, y supongo que al capitán tampoco… Le dije, ¿cómo es que te has ido de aquí, hecho 65 km, matado a un hombre a sangre fría y volver? No es nuestra costumbre matar a la gente así. , dijo Apache Kidpero lo hicimos. Eso no le incumbe a nadie.

Varios días después, el tribunal volvió a ir al alojamiento de Sieber para que prestase testimonio, admitiendo que Apache Kid no tenía armas durante la refriega. Pero insistió en que la mirada de Apache Kid a sus compañeros no fue accidental.

Say-es, uno de los acusados, contó que la orden de Sieber fue transmitida a los cinco exploradores hasta el Gila por Gonshay-ee, el líder de la banda, y Apache Kid dijo que obedecerían. Nosotros obedecemos órdenes, cualquiera que sea lo que diga Sieber. Si él daba la orden de ir al cuerpo de guardia, irían porque se habían ido sin permiso.

El propio Apache Kid admitió haber bebido tiswin, disparado a Rip, y haber regresado a la tienda de Sieber, donde dejó sus armas. Luego dijo que Antonio Díaz habló en apache diciendo que todos los indios que no obedeciesen las órdenes, serían enviados a Florida, por lo que todos los apaches muy excitados hicieron a la vez ruido, por lo que decía Antonio. Pensé que los que habíamos estado fuera seríamos enviados a Florida. El tiroteo comenzó y hui. Terminó su testimonio con esta declaración: Dios envió un mal espíritu a mi corazón. Todos ustedes saben que toda la gente no puede llevarse bien en el mundo. Hay buenas y malas personas entre todas ellas. No tengo miedo de contar todas estas cosas porque yo no he hecho mucho daño. Yo he matado solo a un hombre cuyo nombre es Rip porque él mató a mi abuelo. No soy educado como usted y, por lo tanto, no puedo decir muy mucho. Si hubiera hecho cualquier arreglo antes de llegar, no habría dejado mis armas en la tienda del señor Sieber. Eso es todo lo tengo que decir.

Cuando terminó el juicio, Apache Kid fue encontrado culpable y condenado a muerte por fusilamiento, así como los otros cuatro. Miles se opuso a esta conclusión basándose en la declaración del intérprete Antonio Díaz sobre el supuesto envío de los exploradores a Florida, que bien pudo haber excitado a los apaches. También, el general dudó de que el motín fuera algo premeditado, por lo que ordenó al tribunal que reconsiderara su veredicto. El 3 de agosto de 1887, reunido en Camp Thomas, el tribunal cambió el veredicto por cadena perpetua que Miles redujo a 10 años. Bajo fuertes medidas de seguridad, fueron enviados a Alcatraz (San Francisco County, California).

Por aquel tiempo, el Congreso decidió que los tribunales militares no tenían competencia en este tipo de casos y que fuesen los tribunales civiles los encargados de juzgar a los indios acusados de delitos de homicidio, violación, asalto con intención de matar, incendiar o robar. Por eso Apache Kid y sus compañeros, tras pasar 18 meses en Alcatraz, fueron enviados a San Carlos, sin ser conscientes del razonamiento jurídico que propició su libertad temporal. Se presentaron nuevos cargos por asalto con intención de cometer homicidio contra los antiguos exploradores apaches, siendo Sieber el principal testigo.

Se elaboró una lista de apaches para ser detenidos, telegrafiando el sheriff Glenn Reynolds al general Miles pidiendo ayuda militar para hacerlo. Miles respondió a Reynolds ese mismo día, indicando que había dado órdenes a Sieber y al capitán John L. Bullis, que había sucedido al capitán Pierce como Agente en San Carlos, para que le ayudase en su arresto. En octubre de 1887, todos  fueron arrestados.

El 25 de octubre de 1889 empezó el juicio en Globe contra diferentes acusados. Apache Kid, acusado de asalto con intento de homicidio; Say-es; Miguel (o Hale); y Bach-e-on-al (también llamado Pas-lau-tau y Pash-tete-tah), acusados de ser cómplices. Otros apaches estaban acusados de otros delitos no relacionados con los anteriores, Nah-deiz-az, acusado por la muerte del subteniente Seward Mott; Has-cal-te, Joe-klissy-an (también llamado Bi-the-ja-be-tish-toce-an), El-cahn (también llamado Lak-gon) y Te-te-che-le (también llamado Has-ten-tu-du-jay), por homicidio. Bob McIntosh por robar caballos. También estaba el mexicano Jesús Avott por vender el caballo de un amigo por 50 $.

Apache Kid declaró que Curley era su enemigo, celoso de la estrecha relación que tenía con Sieber y de la buena suerte que tenía con algunas muchachas apaches. Negó que él o cualquiera de sus compañeros hubieran disparado a Sieber, pero que creía que Curley lo había hecho con el fin de meterlo en problemas. Una muchacha apache llamada Nashay-shay, y que los blancos llamaban Belleza, dio testimonio de la buena conducta de Apache Kid.

Al Sieber acusó a Apache Kid de inventarse todo para limpiar su conducta. La declaración del viejo explorador fue suficiente para que el jurado encontrara culpables a los acusados. Apache Kid, Say-es, Miguel (también llamado Hale) y Bach-e-on-al fueron condenados a siete años de cárcel en la Prisión Territorial de Yuma. Nah-deiz-az fue declarado culpable de homicidio y condenado a ser ahorcado. El-cahn fue condenado a ocho años; Has-cal-te, a 12 años; Joe-klissy-an y Te-te-che-le, a cadena perpetua. Bob McIntosh fue absuelto. El mexicano, Jesús Avott, fue condenado a un año de prisión.

Sieber ofreció una escolta de exploradores apaches al sheriff Glenn Reynolds para transportar a los presos a Yuma, pero el sheriff rehusó la ayuda. Salió el 1 de noviembre con un solo ayudante, W. A. «Hunkydory» Holmes, de 43 años, llevándoles en una diligencia conducida por Gene Middleton para el viaje hasta el ferrocarril. Reynolds llevaba un revólver Colt 45 y una escopeta de dos cañones; Holmes un revólver y un Winchester de repetición; y Middleton un revólver. La primera noche, la pasaron en Riverside (Pinal County, Arizona), a 64 km al sur de Globe, reanudando el camino a las  05:00 horas del día siguiente con el fin de llegar a las 16:00 horas para coger el tren para Yuma en Casa Grande (Pinal County, Arizona). Apache Kid y Say-es iban esposados por separado y los otros en parejas, de modo que estos últimos tenía cada uno una mano libre. El preso mexicano, Jesús Avott, también iba con ellos. Al principio Reynolds iba sobre la diligencia con Middleton y Holmes porque estaba demasiado oscuro para ir dentro. Reynolds y Holmes se pusieron los abrigos debido al frío. Estaba amaneciendo cuando llegaron al pie de una empinada cuesta cubierta de cactus, donde el camino se elevaba haciendo sufrir a los caballos llamada Kelvin Grade. Para facilitar el ascenso, Reynolds y Holmes sacaron a los prisioneros de la diligencia, excepto a Apache Kid y a Say-es. Andando detrás de la diligencia iba primero Reynolds, luego el mexicano Avott y los apaches que estaban esposados por parejas, y al final Holmes. Azuzando a los caballos para subir la cuesta, Middleton dejó bastante distancia entre él y el grupo que iba andando. Justo antes de girar por una gran roca, Middleton miró hacia atrás, viéndolos que venían detrás de él. Al rodear la roca detuvo los caballos, inclinándose para mirar en el interior de la diligencia para ver cómo estaban Apache Kid y Say-es. Entonces oyó un disparo que venía del camino, pero como no tenía visión del mismo, pensó que era otro más de los realizados por Reynolds y Holmes, que de vez en cuando practicaban el tiro al blanco. Lo que pasó lo contó más tarde el mexicano.

Cuando el grupo se acercaba a la gran roca, la pareja de apaches que estaba más cerca de Reynolds se abalanzó contra él quitándole la escopeta, no pudiendo sacar el revólver por estar cubierto por su abrigo. Al mismo tiempo, los otros apaches inmovilizaron a Holmes con sus brazos unidos por los grilletes mientras Pas-lau-tau le quitaba el rifle. Cuando se apoderó de él, corrió y disparó a Reynolds, matándolo al instante. Fue ese disparo el que oyó Middleton. El cuerpo de Holmes no tenía heridas, falleciendo por el pánico que sufrió (el forense determinó fallo cardiaco). El mexicano no sufrió daños.

Los apaches cogieron rápidamente las armas de Reynolds y las llaves de las esposas y corrieron hacia la diligencia. El mexicano había ido por delante para advertir a Middleton, quien sacó su revólver para obligar a Apache Kid, que estaba a punto de saltar de la diligencia, a volver al interior. Entonces, al oír el clic de un arma siendo amartillada, se volvió. Una bala disparada por el rifle que había pertenecido a Holmes, atravesó su boca y cuello, arrancándole varios dientes para terminar alojándose en la parte superior de la médula espinal, haciéndole caer de su asiento hasta el suelo, donde quedó inmóvil aunque no del todo inconsciente. Los apaches liberaron a Apache Kid y a Say-es, justo cuando los inquietos caballos huyeron con el vehículo vacío.

Middleton estaba sobre un charco de sangre, y pensó, como más tarde diría: ha llegado mi hora. Tenía los ojos un poco abiertos. Quizás Apache Kid lo notó pero los otros apaches no. El-Cahn cogió una gran piedra para golpear la cabeza del herido. Apache Kid dijo algo a El-Cahn, agarró su brazo, haciendo que tirara la piedra a un lado (quizás Apache Kid se apiadó porque Middleton había compartido sus cigarrillos con él la noche anterior). Entonces los apaches le quitaron el abrigo a Middleton, le vaciaron los bolsillos y desaparecieron entre la maleza. Así lo contó Gene Middleton.

El mexicano Jesús Avott, que había salido corriendo en dirección a la diligencia que había volcado, cogió uno de los caballos y se subió a él; el animal lo tiró tres veces antes de lograr montarlo. Galopó hacia Florence (Pinal County, Arizona) donde contó lo ocurrido. Esa actuación le valió el indulto.

Mareado, tambaleante y débil, Middleton logró llegar al camino y andar lo suficiente hasta que fue encontrado por Shorty Saylor, otro conductor de diligencias, quien llevó la noticia a Globe.

Los tenientes Wilder y Hardeman, con 30 hombres de la compañía «G», del 4º de Caballería, y el teniente James W. Watson, con 20 exploradores, salieron de San Carlos a las 15:00 horas del sábado, yendo rápidamente hacia Riverside. Destacamentos de Fort Thomas, Grant, Lowell, McDowell, Apache y Huachuca también participaron en la búsqueda, sin éxito debido a la nevada que había caído. A partir de aquí empezó la carrera de Apache Kid como proscrito.

Un día, cerca de Fort Apache, un grupo de apaches White Mountain estaban bebiendo tiswin. Estando borrachos, Go-zhozh (más conocido como Josh Jingling) y Nosey mataron a otro apache. Dándose cuenta de que podían ser ahorcados, huyeron a las montañas. Los dos eran muy conocidos, teniendo buenos antecedentes, por lo que Sieber contactó con ellos diciéndoles que si ayudaban a capturar al grupo de Apache Kid intercedería por ellos.

Mientras evitaban ser capturados, Josh y Nosey se dedicaron a buscar a los compañeros de Apache Kid. Finalmente, encontraron a Pas-lau-tau y a Say-es, diciéndoles lo que habían hecho y uniéndose a ellos con la premisa de que cuatro era mejor que dos. A pesar de todo, Pas-lau-tau y Say-es desconfiaban de sus nuevos compañeros White Mountain (ellos eran apaches San Carlos), durmiendo siempre con un ojo abierto.

Días después, cuando tuvieron oportunidad, Josh y Nosey atacaron a sus compañeros, matando a Pas-lau-tau. Say-es consiguió huir pero con varias balas en el cuerpo. Josh y Nosey cortaron la cabeza de Pas-lau-tau y se la llevaron a Sieber, quien cumplió su palabra consiguiendo su perdón. Luego los alistó como exploradores. A los pocos días, Say-es, delirando por sus heridas, bajó al río en busca de agua y fue visto por otros apaches que rápidamente avisaron a Sieber, quien envió a varios exploradores para arrestarle, llevándole a toda velocidad hasta la tienda de campaña de Sieber. (Así lo relata el historiador Daniel R. Williamson, en su trabajo “Al Sieber, famous scout of the Southwest”, a pesar de que se atribuye al sargento explorador yavapai Rowdy ser el autor de la muerte de Pas-lau-tau).

También fue capturado Has-cal-te, quien junto a Say-es, fue sentenciado a cadena perpetua en la Penitenciaría Territorial de Yuma, falleciendo los dos de tuberculosis en 1894, a los cinco años de ingresar en la cárcel con dos días de diferencia el uno del otro.

En los próximos años, Apache Kid fue acusado o vinculado a diversos delitos, pero nunca hubo vínculos sólidos contra él. Durante un tiroteo en 1890, entre renegados apaches y soldados mexicanos, un guerrero fue muerto, encontrándosele el reloj y el revólver de Reynolds. Sin embargo, el guerrero era demasiado viejo para ser Apache Kid. El último informe de delitos presuntamente cometidos por él, era de 1894. Fue ese año, en las San Mateo Mountains (Socorro County, New Mexico) cuando Charles Anderson, un ranchero, y sus vaqueros, mataron a un apache que había robado ganado y que fue identificado en su momento como Apache Kid. Identificación muy discutida. Después de eso, se convirtió más en una leyenda que otra cosa. En 1899, el coronel Emilio Kosterlitzky, de los Rurales de México, informó que Apache Kid estaba vivo, y vivía con otros apaches en la Sierra Madre Occidental. Eso nunca fue confirmado. Edgar Rice Burroughs, futuro creador de los libros de Tarzán, fue miembro del 7º de Caballería de los Estados Unidos, mientras estaban persiguiendo a Apache Kid en 1896 en Arizona. Durante ese tiempo de 1890, Apache Kid y otros “broncos” (así llamados los apaches hostiles después de la rendición de Gerónimo) dieron tantos quebraderos de cabeza a mexicanos y norteamericanos, que el 4 de junio de 1896, los gobiernos de ambos países firmaron un convenio que nuevamente permitía a sus respectivas tropas cruzar la frontera internacional en su persecución. Coincidiendo con el nuevo acuerdo, unos días más tarde cuatro estadounidenses que viajaban en un carruaje, informaron en el pueblo de Cañada Ancha que habían visto como un grupo de cinco apaches perseguía un carro que venía de Nogales (Sonora). Se dijo que era la banda de Apache Kid. Seguidamente, un pelotón de rurales salió en su busca. Mientras tanto, el general Frank Weaton, jefe del departamento militar de Colorado, situó dos compañías del 7º de Caballería cerca de San Bernardino que en el mes de agosto de 1896 se hallaban al mando del capitán L. K. Hare, junto con una unidad de exploradores apaches.

Hacia finales del siglo XIX, Apache Kid deja de figurar en las noticias de la frontera, posiblemente abatido en alguno de los numerosos encuentros con sus perseguidores. Se especula que esto ocurriera el 20 de septiembre de 1907 en el cañón de San Mateo (Socorro County, New Mexico), cuando una partida de ganaderos en busca de apaches dio muerte a un hombre que identificaron como Apache Kid.

Bien entrada la década de 1920, los ganaderos siguieron informando, a menudo, diciendo que era Apache Kid quien iba a la cabeza de los “broncos” apaches, pero nunca fue confirmado, pensaban que había muerto hace mucho tiempo, ya sea en un enfrentamiento o por enfermedad.

Según E. H. White, explorador, vaquero y buscador de oro, la banda tenía unos 75 hombres, lo cual coincidía aproximadamente con el cálculo de Maroni Fenn, otro explorador.

Hoy en día, a 1’6 km de “Apache Kid Peak”, en lo alto de las San Mateo Mountains (Socorro County, New Mexico) del Cibola National Forest, un poste se erige como una tumba, donde el grupo de Anderson afirmó haber matado a Apache Kid en el 1894. De acuerdo a los residentes locales, el cuerpo no fue enterrado y los huesos y jirones de su ropa estaban esparcidos sobre el lugar desde hace varios años, con gente cogiéndolos como recuerdos.

* Assuz. También llamado Jesus. Apache San Carlos o White Mountain. Asistió con una delegación apache desde la reserva de San Carlos (Gila, Graham y Pinal Counties, Arizona) al “Congreso Indio” que se celebró en el seno de la “Exposición Internacional Trans-Mississippi” de Omaha (Douglas County, Nebraska) en 1898.

* Bailda. También llamado Forgetfulness. Apache San Carlos o White Mountain. Asistió con una delegación apache desde la reserva de San Carlos (Gila, Graham y Pinal Counties, Arizona) al “Congreso Indio” que se celebró en el seno de la “Exposición Internacional Trans-Mississippi” de Omaha (Douglas County, Nebraska) en 1898.

* Boni Titla. También llamado Bona Titla, Bony Tela, Bane Tithla, Barney Titla, y Bread Maker. Nació aproximadamente en 1875. Pertenecía a la banda oriental de los White Mountain, habiendo vivido en la Reserva de San Carlos la mayor parte de su vida, teniendo su banda la etiqueta “CG”.  Asistió con una delegación apache de la Reserva de San Carlos (Gila, Graham y Pinal Counties, Arizona) al Congreso Indio” que se celebró en el seno de la Exposición Internacional Trans-Mississippi de Omaha (Douglas County, Nebraska) en 1898.

Fue uno de los principales informadores del antropólogo Grenville Goodwin, trabajando con él para los libros Myths and Tales of the White Mountain Apache” and “The Social Organization of the Western Apache”. Había adquirido muchos conocimientos de la vida de su gente a través de sus parientes de más edad, sobre todo de su abuelo materno, quien le informó durante los años que iban de 1893 a 1897.

Tenía unos 50 años cuando falleció el 25 de abril de 1937 en Bylas (Graham County, Arizona).

* Cassadora. Pinal Apache. Nació alrededor de 1840.

En 1873, varios hombres blancos resultaron muertos cerca de la ranchería de Cassadora, atribuyéndosele las muertes. Cassadora declaró que ninguno de su banda había participado en los hechos, cometidos por malos indios pero temiendo que les mataran, huyeron a las colinas.

Un destacamento del 5º de Caballería al mando del capitán John Morrison Hamilton siguió su rastro. Todos los apaches, hombres, mujeres y niños iban a pie. Cuando Hamilton acampó a poca distancia de ellos, una mujer llegó al anochecer pidiendo hablar con el oficial al mando. Ella le dijo que los apaches se querían rendir.

Hamilton la envió de vuelta con la información de que tenía órdenes de no coger prisioneros. Cuando la mujer informó a Cassadora del destino que les esperaba, toda la banda salió al amanecer en dirección al campamento militar con las manos en alto en señal de paz. Al frente iba Cassadora, quien pidió la paz diciendo: Nosotros tuvimos miedo porque algunos malos indios habían matado hombres blancos, así que huimos. Eso fue un error. No podemos luchar porque no tenemos armas ni munición. Nuestra comida se ha acabado; estamos hambrientos; nuestras botas están desgastadas; puedes ver nuestras huellas en las rocas donde nuestros pies han dejado sangre. No queremos morir, pero si tenemos que hacerlo, preferimos morir por las balas de las armas de tus soldados que de hambre. Así que hemos venido a tu campamento pidiendo la paz”.

Hamilton se apiadó diciendo que prefería perder su plaza en el ejército, que matarlos a sangre fría. Les proporcionó alimentos mientras enviaba un correo al cuartel general en busca de instrucciones. La orden de no coger prisioneros fue revocada y el 18 de febrero de 1874, Hamilton escoltó a Cassadora y a su gente (90 personas, 27 de ellas guerreros) a su antigua ranchería.

En 1877, era el jefe de la banda San Carlos y un hombre importante en la reserva. Durante ese año tenía el mayor número de seguidores entre los apaches de San Carlos (160 personas).

Sus dos hijos asistieron a la Escuela Industrial India de Carlisle en 1884. Albert murió en Carlisle, y Norman, después de dejar Carlisle, vivió con su padre en la Reserva de San Carlos.

En las listas del censo de San Carlos aparece que en 1892 sus esposas eran Tla-tsin-pa (Tlah-tsin-pay), Na-tesh (Nah-tash), y Nao-ju-ge (Naho-yee-gah). Cassadora falleció alrededor de 1895.

* Concepción. El 13 de septiembre de 1845, un niño de 12 años llamado Concepción Elías fue capturado por los apaches en Santa Cruz (Sonora).

El intérprete Concepción fue capturado por una banda de apaches coyoteros White Mountain y criado por ellos, aprendiendo apache a la perfección. Si se trata de la misma persona, Concepción nació alrededor de 1833.

Los Western Apaches, y sobre todo los White Mountain, proporcionaron la mayor parte de los exploradores para el ejército estadounidense y por ende, algunos de los cautivos mexicanos criados por ellos sirvieron como traductores. Concepción fue uno de ellos.

Concepción participó en los eventos más importantes que tuvieron lugar a partir de 1872, ejerciendo como intérprete de apache y español (no hablaba ni entendía el inglés).

Estos son los más importantes:

Fue a Washington, D.C. con la delegación de nativos encabezada por el general Oliver Otis Howard, entre los que estaban los apaches Eskeltecela (Esh-kel-dah-silah), Miguel (Esh-ke-iba), Pedro (Hack-yaniltl-i-dn) y Santos.

Estuvo en el destacamento del capitán Emmet Crawford que fue a México para buscar a los chiricahuas a finales de 1885.

También en el Cañón de los Embudos en las conversaciones entre Gerónimo y Crook en marzo de 1886.

Y finalmente fue con la delegación de chiricahuas a Washington, D.C. entre los que estaban Chato y Loco en el verano de 1886, acabando en Fort Marion como interprete de los prisioneros de  guerra apaches hasta, más o menos, abril de 1887.

* Dashpul. También llamada Butte. Apache San Carlos o White Mountain. Asistió con una delegación apache desde la reserva de San Carlos (Gila, Graham y Pinal Counties, Arizona) al “Congreso Indio” que se celebró en el seno de la “Exposición Internacional Trans-Mississippi” de Omaha (Douglas County, Nebraska) en 1898.  

* Dazen, John. También llamado John Dayzn. Pertenecía a la banda de Canyon Creek de los Cibecue Apache. Sirvió como explorador de enero de 1884 a julio de 1885. 

* Griggs, Rolland. Su nombre apache era Loas. Nació el 10 de septiembre de 1861. Era un apache White Mountain, cuya tarjeta identificativa era L-27. Fue un atiguo explorador.

Su esposa era Nahkegay, también llamada Elsie Grigss, nacida el 25 de julio de 1879. Dos hijastros suyos aparecen en el censo del 11 de junio de 1918, realizado por Charles L. Davis, Superintendente de la Reserva de Fort Apache (White Mountain Apache Tribe), Hushkadillay, también llamado Regis Johnson, nacido el 20 de agosto de 1908; y None, también llamado Benedict Johnson, nacido el 15 de septiembre de 1911.

* Hawkins, Clarence. Nació en la Reserva Apache White Mountain en el área de Seven-Mile Wash, que desemboca en la bifurcación este de Whiteriver. Tiempo después, su familia se trasladó a la comunidad conocida como East Fork. El padre de Clarence era Charles Hawkins, y su madre, Annie, una cautiva mexicana, probablemente capturada cerca de Bavispe (Sonora).

Clarence se escapó de la Escuela India de Albuquerque (Bernalillo County, New Mexico) alrededor de 1920. Su huida, junto a otros dos niños apaches, Maurice Gooday y Manuel Narcisco, ambos de la zona de Cibecue, ilustra el rechazo de muchos nativos a la asimilación forzosa.

Clarence, Maurice y Manuel caminaron o viajaron en vehículos alrededor de 480 km en su camino a Whiteriver, lo que les llevó ocho días.

Cuando llegó la oscuridad, se escaparon de la escuela, caminando toda la noche y todo el día siguiente, dirigiéndose hacia el sur y recorriendo 48 km hasta el pueblo de Los Lunas (Valencia County, New Mexico).

Al día siguiente, caminaron hacia el sur durante otro día entero, sin comida ni agua. En lo alto de una loma, vieron el fuego de un grupo de pastores de ovejas que dieron a los chicos agua, comida y mantas para dormir. Posiblemente, los pastores eran navajos, quizás de la Alamo Navajo Indian Reservation (Socorro County, New Mexico). Los muchachos se despertaron mientras los pastores seguían durmiendo, cogiendo algo de comida y poniéndose de nuevo en camino.

En algún punto salieron del camino y tomaron un atajo hacia Magdalena (Socorro County, New Mexico), por lo que no llegaron a la población de Socorro. Vieron una granja con un maizal, de donde cogieron varios maíces y los asaron.

Hicieron autostop a una Ford Pickup donde iban unos contrabandistas de whisky que llevaban varias barricas a Magdalena. Les dejaron a las afueras de la ciudad, entrando seguidamente en ella. Maurice y Manuel fueron a comprar pan y café a una tienda, ya que tenían 3 o 4 dólares, mientras Clarence fue a un pozo de agua que había frente a una casa. Encontró una lata vacía de melocotón, llenándola de agua. En ese momento salió el dueño y le dio una patada en el culo, gritándole: Lárgate de aquí, aléjate de esa agua.

Después llegaron a una vieja cabaña abandonada en algún lugar al oeste de Magdalena, donde había leña y periódicos viejos. Encendieron fuego con un arbusto e hicieron café y comieron el pan que habían comprado. Luego se durmieron y pasaron la noche.

Al día siguiente se levantaron muy temprano y caminaron hasta llegar a un bosquecito de pinos, donde recogieron piñones para comer a la manera tradicional apache. Continuaron hasta encontrar un rancho donde los rancheros habían matado una vaca y sus restos estaban en el corral cerca del depósito de agua. Parece que les vieron por lo que salieron corriendo. Finalmente llegaron a Datil (Catron County, New Mexico), donde compraron algo de comida en una tienda.

Siguieron caminando llegando a un cañón cuando oscureció, consiguiendo llegar a la cima de una montaña. Allí hicieron autostop a un camión volquete que los llevó a Pie Town (Catron County, New Mexico). Los tres muchachos apaches robaron comida de la tienda mientras el propietario estaba distraído, corriendo colina abajo hacia un cañón para comer y mantenerse alejados de la carretera hasta que acabaron.

Volvieron al camino llegando a Quemado (Catron County, New Mexico) donde había un aserradero. Dejaron atrás la población encontrando más piñones. Volvieron a hacer autostop a un bulldozer que les llevó parte del trayecto para volver a montarse en un viejo Dodge hasta Eagar (Apache County, Arizona), durmiendo en los alrededores.

A la mañana siguiente, reanudaron la marcha e hicieron autostop a un camión volquete que les llevó hasta la base del Green’s Peak (Apache County, Arizona). Luego caminaron un corto trecho hasta la línea de la reserva que entonces era un camino de tierra en mal estado. El camino les llevó a uno de los muchos lagos de la reserva White Mountain, Hawley Lake. Desde allí fueron a la localidad de McNary, dejándola atrás, caminando los 5 km que separan McNary del cruce que ahora se llama Hon-Dah, donde la White Mountain Apache Tribe tiene un casino y un hotel. Siguieron por la carretera hasta Whiteriver, pasando por la antigua casa del rancho Cooley, que se quemó en 1968, y por la casa de Lester Oliver, antiguo presidente de la tribu.

Al llegar a Whiteriver, Maurice y Manuel tenían parientes que vivían junto al río, por lo que se separaron de Clarence, quien caminó hasta la casa de su padre. Clarence nunca más fue a la escuela.

Se casó con Florence Kessay, la cual solo sabía hablar apache, teniendo ocho hijos. Trabajó como vaquero, molinero, leñador, carpintero y otros trabajos más a lo largo de su vida. Falleció el jueves, 23 de septiembre de 1993, a la edad de 82 años.

*  Henry Irving. Tonto Apache del Sur, nacido al este de la actual Christopher Creek, cerca de Payson (Gila County, Arizona).

Era un hombre-medicina y fue explorador en Camp Verde.

Participó en la persecución de Victorio en enero de 1880 con el destacamento del comandante Albert Payson Morrow, formando parte de la Compañía “A” de Exploradores Indios, bajo el mando del teniente James A. Maney, del 15º de Infantería. 

En julio de 1882 participó en la batalla de Big Dry Wash contra los apaches White Mountain de Na-ti-o-tish, formando parte de la compañía “E” de Exploradores Indios bajo el mando del subteniente George H. Morgan.

Henry Irving fue uno de los principales informantes del etnólogo Grenville Goodwin para sus trabajos sobre los Western Apaches, explicándole todo lo relacionado con los clanes que vivían en la zona de Payson, Fossil Creek, y Gisela (Arizona).

* Howard Key. Tonto Apache. Sirvió como explorador apache de 1885 a 1894.  Estuvo bajo el mando de los tenientes Davidson y McNutt en San Carlos. Participó en la última campaña contra Gerónimo y Naiche

Es el bisabuelo de un apache actual, Charlie Llave.

* Jim, Sergeant. Nombre apache Bow-os-loh. Nació en 1850. Era un apache White Mountain que sirvió como explorador bajo el mando del general Crook. Participó en la campaña de invierno de Crook de 1872-73. Más tarde sirvió bajo el mando del capitán Emmett Crawford en 1855 y 1886,  siendo uno de los 10 exploradores apaches que recibieron la Medalla de Honor por su actuación.

Falleció alrededor de 1897, no informándose de su muerte hasta 40 años después, cuando su viuda solicitó su pensión del ejército en 1927. 

* Klezh-azh. También llamada Brushing Against. Apache San Carlos o White Mountain. Asistió con una delegación apache desde la reserva de San Carlos (Gila, Graham y Pinal Counties, Arizona) al “Congreso Indio” que se celebró en el seno de la “Exposición Internacional Trans-Mississippi” de Omaha (Douglas County, Nebraska) en 1898.

* Mickey Free. Nació en Santa Cruz (municipio de Álamos, Sonora) en 1847, falleciendo en junio de 1914 en Whiteriver (Navajo County, Arizona). Mickey Free fue el nombre con el que se conoció a Félix Téllez, un joven mexicano, cuando se alistó como explorador en Camp Apache en diciembre de 1872, ya que su nombre apache, Mig-gan-la-iae, era impronunciable por los blancos. Doce años antes, era conocido en el sur de Arizona como Félix Ward.

El padrastro de Mickey Free, John A. Ward, nació en Irlanda alrededor de 1806. Ward llegó a Arizona desde Texas, probablemente por el camino que los emigrantes utilizaban para ir a California, que pasaba justo al norte de Santa Cruz (Sonora).

A fines de 1858, John Ward estableció una granja para criar ganado y cultivar cosechas en el Sonoita Valley (Santa Cruz County, Arizona). Llevó allí a María Jesús  Martínez, una madre soltera de 28 años, y a sus dos hijos. Nacida en 1830, María Jesús era la hija más joven de Modesto y Carmen Martínez. Con 16 años, se enamoró de Santiago Téllez, un chico de su misma edad, quedándose embarazada y dando a luz a un hijo en 1847. Quizás debido a la resistencia de los padres de Santiago, Juan y Ciriaca Téllez, los adolescentes no se casaron. Posteriormente, llamaron a su hijo Félix Téllez, demostrando que el padre, a quien Félix llegó a parecerse en apariencia, reconoció abiertamente su paternidad. Aproximadamente dos años después, Santiago Téllez se casó con otra mujer, lo que pudo haber llevado a María Jesús a unirse a un señor apellidado Rangel, dando a luz a una niña en 1849. Aunque la hermanastra de Félix, Teodora, recibió el apellido de Rangel, su padre pronto desapareció de la escena.

En ese momento, María Jesús, madre soltera de 19 años, se las ingenió para mantener a sus dos hijos hasta que apareció en su vida John Ward. A pesar de ser católicos, no está claro si alguna vez se casaron. En cualquier caso, vivieron juntos como marido y mujer, siendo los dos niños conocidos por el apellido de Ward, permaneciendo unidos hasta que la muerte los separó. Mientras Teodora ayudaba a su madre en las tareas domésticas, Félix trabajaba junto a su padrastro cuidando el ganado y los cultivos.

Félix se convirtió en un flaco adolescente de cabellos castaños y de tez clara. Sin embargo, su apariencia física se vio empañada por la pérdida de visión de su ojo izquierdo, probablemente debido a una infección en la infancia. Félix conoció Fort Buchanan, establecido en 1857, donde se encontraba “White & Grainger’s”, la tienda general más grande de la zona. El puesto militar en la cabecera del valle era pequeño. De hecho, los nativos habían robado el ganado y los caballos de la manada del puesto tres veces entre el 13 y 20 de enero de 1859. Sin embargo, su presencia fue un factor importante para atraer a los colonos.

El asentamiento del Sonoita Valley, la única comunidad agrícola estadounidense en la región, estaba ubicado a lo largo de un estrecho valle boscoso, regado por un arroyo poco profundo que se alzaba en la vertiente sureste de las Santa Rita Mountains y descendía al suroeste desde Fort Buchanan hasta el Santa Cruz River. A pesar de la tendencia estacional a secarse, el arroyo proporcionaba un suministro de agua persistente.

John Ward era dueño de una de las siete granjas y ranchos que ocupaban el valle. El rancho de 160 acres de John Ward, rodeado de robles, sauces y álamos, y con abundante agua, estaba en el centro de esta comunidad. Ward, de 53 años, tenía dos cosechas al año, de cebada y de maíz. Cultivaba algunas verduras en su huerto, tenía unas pocas reses, y unas cuantas ovejas o cabras.   

Ward construyó su casa al pie de una colina baja, en una pendiente con vistas al arroyo. La estructura de adobe tenía una planta de 18’28 por 4’87 metros, con paredes de 0’60 metros de grosor y 3’04 metros de alto, cubierta por un techo de césped sostenido por una viga vertical de 12 cm que estaba en el centro de un suelo de tierra compacta. Una pared dividía el interior en una habitación más pequeña (al oeste), que servía como dormitorio, y la sala principal y el comedor. Iluminado por cinco ventanas grandes y con puertas en el frontal, lateral y posterior, sin duda debió impresionar a María Jesús y a sus hijos. El arqueamiento de algunas de las ventanas principales y el hecho de que las paredes de ladrillo de doble adobe fueran cuidadosamente puestas sobre cimientos de piedra indican que John Ward se había esmerado en la construcción de su casa.

Una excavación de 1960, sin embargo, no encontró evidencias de la existencia de una chimenea. Parece que María Jesús siguió la práctica común de cocinar al aire libre. Una pequeña variedad de objetos proporcionaron detalles de la vida cotidiana. John pudo haber usado pantalones de trabajo con botones de hierro, poseía un rifle Henry y practicaba el  soplado de vidrio, una habilidad que tal vez aprendió en Irlanda. El pequeño guardarropa de María Jesús parece que tenía un vestido común con botones de latón con parte posterior de tela y una prenda más fina sujeta con botones de madreperla. Una peineta de vulcanita, un gancho para el botón del zapato y los restos de un par de zapatos de mujer que probablemente también pertenecieron a María Jesús.

En febrero de 1860, John Ward estaba preocupado por el nacimiento de su primer hijo con María Jesús, quien dio a luz a una hija a la que llamaron Mary. En el rancho vivían John Ward; María Jesús, también llamada Jesusa; Félix, de 12 años; Teodora, de 10 años; y Mary, la hija de cinco meses de la pareja. La propiedad estaba valorada en 2.000 $. María Jesús tenía un capital personal propio de 200 $.

El 27 de enero de 1861, una partida de asalto apache, probablemente regresando de Sonora, se acercó al rancho de Ward. Sin duda atraídos por la ausencia de hombres en el lugar, los apaches no vieron al carrocero, John Cole, acostado cerca de la residencia de Ward porque estaba enfermo, probablemente en la choza del herrero. Desde su escondite, Cole vio a nueve apaches dirigirse a la casa, con intención de capturar a las mujeres y los niños, mientras que otros reunían el ganado al otro lado del arroyo. Este último grupo se encontró con el joven Félix, a unos 300 metros de la casa. Años después, Félix contaría: … había un gran huerto, y mientras las ovejas y las cabras pastaban en la ladera, yo estaba sentado encima de un melocotonero, me dijeron que bajara y lo hice, y me llevaron lejos”.

La oportuna llegada de dos estadounidenses, H. E. McCarty y George W. Wilson, hizo que los apaches huyeran. Aunque los dos hombres les persiguieron, los apaches se llevaron 20 cabezas de ganado y al niño Félix. Los apaches se dividieron, por lo que McCarty y Wilson tuvieron que regresar, comunicando la noticia del ataque a Fort Buchanan.

A la mañana siguiente, el subteniente George Nicholas Bascom salió con un destacamento de Dragones para localizar el rastro, encontrándolo y viendo que  conducía hacia el noreste, lo que podía dar a entender que la incursión había sido obra de  apaches chiricahuas.

En consecuencia, el 28 de enero el teniente coronel Pitcairn Morrison ordenó al subteniente Bascom, al frente de 54 hombres de la compañía “C”, del 7º de Infantería, montados en mulas, que saliera el 29 de enero hacia Apache Pass para recuperar al niño y el ganado. Les acompañaba Antonio Bonillas, intérprete del puesto de 35 años, y el propio John Ward, a quien se había enviado aviso del ataque a su rancho, o simplemente había regresado de Sonora ante la noticia del secuestro de su hijastro.

Bascom llegó a Apache Pass el domingo siguiente al ataque acusando a Cochise de ser el autor del secuestro. El enfrentamiento que siguió se conoce como el “Asunto Bascom”. Evidentemente, no pudo liberar a Félix porque no estaba en poder de Cochise. Debió de ser difícil para John Ward, en su regreso a casa alrededor del 23 de febrero, decirle a María Jesús que los apaches estaban abiertamente en guerra, la ruta de las diligencias bloqueada, y las perspectivas de recuperar a Félix, bastante sombrías.

En 1977, en una entrevista en San Carlos, May Mitchel Naltazan, una sobrina de la segunda esposa de Mickey Free, reveló la identidad de los apaches que fueron al rancho de Ward más de un siglo antes. El jefe del grupo era Víctor, tenía un ojo (el otro estaba tapado con un trozo de cuero y una cuerda cruzando su cabeza). Según May, era un apache aravaipa, ex cautivo mexicano que estaba en el campamento de un jefe llamado El Capitán. Llegó a ser jefe de un grupo local. Era conocido como Beto.

Entre los aravaipas había una joven mujer joven llamada Adahay, perteneciente a la banda de Eskeatzah, de los apaches White Mountain occidentales, que vivía en Cedar Creek. Adahay, que en ese momento tenía unos 23 años, se había convertido en la tercera esposa de un hombre llamado Haskinentah, que ya estaba casado con dos hermanas, según la costumbre. Los apaches creían que las esposas que eran parientes consanguíneos podían coexistir amistosamente, aunque eso podía fomentar el resentimiento hacia otra esposa que no era pariente.

Adahay, que ya tenía una hija pequeña y estaba nuevamente embarazada, se encontró “extraña”. Siendo una mujer independiente y de carácter fuerte, decidió volver con su propio pueblo. Aunque Adahay nunca regresó con su marido ni se volvió a casar, ella crio a muchos niños, además de los suyos. En sus últimos años se convirtió en narradora de la historia de la familia, contándosela a su bisnieta, Mary Velasques Riley. Refiriéndose a Mickey Free, Mary recordó: La abuela dijo que Mickey estaba por los alrededores de los ríos San Pedro y Aravaipa, pero no dijo que él estaba con ella, sólo dijo que estaba allí y que el jefe del grupo era Eskiminzin. Mary citó a Adahay diciendo: Mickey estaba en el Aravaipa Canyon. Solo los apaches saben cómo seguir por ese cañón. Solía decir que era un ‘Nakaiyé’, un mexicano capturado, pero por quién o cómo, no lo dijo. Mary añadió: Mi madre y mi padre solían hablar de cómo Mickey fue capturado. Mickey dijo: Cuando fui capturado estaba en un melocotonero.

Al igual que Adahay, Mickey Free pronto se trasladó al territorio de los White Mountain. Los apaches aravaipa y Pinal a menudo intercambiaban o regalaban cautivos a otras bandas que vivían a una mayor distancia del hombre blanco. El anciano apache White Mountain Tlol-dil-zil, conocido por el nombre anglosajón de John Rope, explicó al etnólogo Grenville Goodwin:Mickey Free se crio conmigo. Siempre lo tratamos como uno de nosotros. Rope recordó que la gente de Eskiminzin cambió a Mickey Free por alguna medicina especial y que el viejo chamán que lo recibió, se lo dio a mi padre Nayundiie para que lo tuviera como ayudante. Cuando publicó sus recuerdos, Rope dijo queMickey fue criado por mi padre. Se lo entregó la gente de San Carlos cuando era un niño pequeño. Mickey y yo fuimos criados juntos, así que nos llamamos hermanos.

El padre de John Rope, Nayundiie, era el líder de un grupo local de apaches White Mountain occidentales que vivían en las bifurcaciones del Cedar Creek. Las dos esposas de Nayundiie, que le habían dado muchos hijos e hijas, eran las hermanas de Adahay. Además de John Rope, sus hijos incluían a los muchachos que más tarde serían conocidos como Nathan y David Declay, al cambiarse sus nombres apaches por nombres anglosajones. Mickey se quedó con John Rope y, mi bisabuela y su gente, cocinaron para esos niños, explicó Mary Riley.Las dos esposas eran sus hermanas. Ellas murieron en el parto. Por eso dijo a Mickey que fuera a buscar agua, quedándose con los niños. Ella dijo: Siempre tenía miedo al darle de comer, cuando él quería hacerlo. Dejaba suficiente comida en la olla, pero temía que escarbara demasiado e hiciera un agujero en ella. Las mujeres solían tener miedo al darle de comer. Ella diría: Mickey siempre comía. Así Félix descubrió que los “sanguinarios salvajes eran tan capaces de calidez y humanidad como cualquier otra gente. Por otra parte, su fuerte sentido de la paternidad aseguraba que ningún joven, huérfano o cautivo, se quedara sin familia. Poco a poco, al aprender la lengua apache, Mickey encontró que sus captores eran un grupo gregario y amantes de la diversión, a pesar de lo reservados que eran con la gente que no conocían bien, sospechando de los extraños.

La historia de la primera década de Mickey entre los apaches es la de la aculturación. Aprendió el idioma, el estilo de vida, y aceptó los valores y obligaciones de los apaches. Debido a que las rancherías no eran lugares de residencia permanente, el joven Mickey Free llevó una existencia nómada. Los grupos apaches locales se movían alrededor de su territorio natal, particularmente en viajes de caza y recolección de alimentos. Solíamos juntar bellotas desde Oak Springs [Apache County, Arizona] al oeste, hasta Rocky Creek [Pima County, Arizona] al este. Cuando las bellotas estaban maduras, subíamos a los árboles y sacudíamos las bellotas al suelo, recordó John Rope. Después de un tiempo siempre enviábamos a alguien a Cedar Creek para ver cómo estaba el maíz y si estaba maduro, toda nuestra gente empaquetaba las bellotas que habíamos recogido y volvía a cosechar el maíz. A finales del otoño solíamos juntar bayas de enebro.

Además de ayudar en el campamento y en los viajes para recolectar alimentos, Mickey Free y otros muchachos jugaban, hacían carreras, peleas simuladas, y cazaban. Los chicos solíamos cazar ratas con arcos y flechas. Empezábamos por la mañana y cazábamos hasta la media tarde. Un chico introducía un palo largo en el nido de la rata, mientras otro niño esperaba en la entrada del nido, explicó John Rope. La rata llegaba a la entrada y asomaba la cabeza, entonces el chico le disparaba.

Adahay, que recordaba a Mickey Free como un muchacho perpetuamente hambriento, capaz de arruinar su cerámica en su entusiasmo por raspar hasta el último bocado, servía sus comidas en el metate de piedra que utilizaba para moler harina de maíz, y le asignaba un trabajo para conseguir su comida. Es por eso que cuando se quedaba con ese grupo, la abuela no le ordenaba nada porque ayudaba, más que otros chicos, y después empezó a darle de comer igual que al resto, explicó Mary Riley.Pero después de que él empezó a vivir con ellos, ella comenzó a quererlo un poco más, así que ya no le cuidaba, tratándolo igual que al suyo. Ella dijo que los chicos solían ir a cazar con su padre”.

Siendo anciana, Adahay contó a su bisnieta cómo los muchachos regresaron triunfalmente con un cerdo salvaje colgado de una pértiga, su primer trofeo de caza real. Al día siguiente, como era costumbre, el premio fue asado y compartido entre todos. Recordó, también, cómo Mickey Free traía pájaros, conejos y otros pequeños animales. Adahay hervía los conejos en un estofado al que añadía bellotas, y hacía pan de maíz que ella misma molía. A pesar del origen extraño de Mickey y el apetito que había desarrollado en la granja de su padrastro (John Ward), la cuñada de Nayundiie creció queriendo al muchacho cautivo de piel clara unido a su familia adoptiva. Incluso perdonó a Mickey cuando él y algunos otros muchachos no advirtieron al campamento de un ataque inminente. Ella dijo que Mickey se sentó y bebió un trago de agua y no fue a decirles quién venía, relató Mary Riley. Ella estaba muy enojada con él. Alguien lo envió a buscar agua y después de llenar su jarra, bebió un vaso de agua e incluso cuando supo que había cosas en su camino [el enemigo] no fue a decírselo a su gente. Sin embargo, Mickey no estaba seguro, ella dijo que él le había dicho que había ‘un montón de cosas negras’ en la noche y era casi de mañana“. Adahay dijo a su bisnieta que muchas personas murieron y que solo unos pocos escaparon vivos. Todos los muchachos mayores salieron corriendo.

Este incidente se parece a un ataque de un destacamento de soldados, con pápagos y apaches “mansos” aliados, contra un campamento apache White Mountain en 1864. En cualquier caso, los ancianos posteriormente perdonaron la aterrorizada inacción de Mickey y los otros muchachos, aislados del campamento en la oscuridad previa al amanecer, quizá debido a las creencias apaches que asociaban la noche con fantasmas y espíritus malignos. A medida que crecía, Mickey estaba a menudo ausente del campamento de Nayundiie, pero Adahay lo veía siempre que él y los hijos de sus últimas hermanas regresaban. Cuando el joven Félix Ward asimiló el estilo de vida apache, de 1861 a 1871, la población anglosajona y mexicana de Arizona aumentó casi un 50 %. El torrente de recién llegados produjo un aumento de los contactos, y muchas veces confrontaciones, con los pueblos nativos de Arizona. Mientras que colonos como John Ward se sentían un poco más protegidos que antes de la Guerra Civil, los apaches ahora veían nerviosamente la proliferación de puestos militares en todo su territorio. Varios de esos puestos se duplicaron como estaciones de racionamiento para las reservas nativas propuestas.

Fort Goodwin, por ejemplo, se estableció en el extremo suroeste del territorio de los apaches White Mountain y Cibecue en 1864. Al principio, una base para los movimientos de tropas contra los campamentos apaches, se convirtió para muchos nativos, en particular para las mujeres y los niños, en una fuente de nuevos lugares de interés, y extraños regalos. Aquí, muchos de ellos vieron soldados y civiles blancos por primera vez. En mayo de 1870, poco después de que Arizona se convirtiera en un departamento separado dentro de la División del Pacífico, el ejército estableció un puesto en el corazón del territorio White Mountain y Cibecue. Posteriormente fue trasladado a una mejor ubicación en las bifurcaciones del White River, siendo llamado Camp Apache. Además de su papel militar, Camp Apache sirvió como un “puesto de alimentación” para los nativos vecinos. Esta función difícilmente habría podido satisfacer al joven que, pocos años antes, había raspado las ollas de Adahay hasta casi destrozarlas. De hecho, Mickey mejoró las oportunidades que ofrecía el puesto del ejército entre las raciones semanales. Se recuerda que trabajó en la desordenada cocina de Camp Apache por su alojamiento.

La gente de Nayundiie, que vivía en Cedar Creek, estaba entre los más occidentales de los apaches White Mountain. La banda del jefe Pedro vivía por encima de ellos y bandas lideradas por el jefe Miguel y los otros jefes de Cibecue acampaban al oeste. Al este estaban los apaches White Mountain orientales, cuyo jefe principal era Eskeltecela o Eshkeldahsilah. Mientras que los matrimonios mixtos y las afiliaciones de clanes vincularon a la gente de Nayundiie con las otras bandas White Mountain, la proximidad las puso en contacto también con la gente de Cibecue. Los jóvenes nómadas, como Mickey, estaban sin duda bien informados por todos los lados.

La aculturación del joven Félix continuó en ese contexto. Después de varias entrevistas, la biznieta de Adahay, Mary Riley, dijo en una confidencia: Hay algo que no te dije, es acerca de las personas que eran nuestros enemigos. Bueno, Mickey Free era un guerrero y lo entrenaron para serlo, yendo en incursiones apaches. Mary contó que Mickey había hablado de una incursión contra nativos enemigos e incluso de que había matado a una joven y a su bebé. Cuando ella y otros niños le preguntaron por qué, él respondió: Ellos hicieron lo mismo a nuestra tribu, en el Velasquez Butte [Gila County, Arizona], allí mataron a muchos apaches, hicieron lo mismo. A los ojos de Mary, él pensaba en ello y hacía lo mismo, y ¿él no es un apache?, seguro que pensaba que lo era.

Que la víctima de una incursión apache se convirtiera en asaltante, revela el grado de asimilación que Mickey Free había tenido en la forma de vida de la gente de los White Mountain. Se había convertido en uno más, y ni la oportunidad ni la invitación le llevaría a dejarlos. Mickey Free no solo participó en incursiones, sino que hizo, al menos, un viaje comercial al territorio hopi. Ambas actividades demuestran claramente el grado en que había sido aceptado y la confianza que tenían en él sus captores. Un agente indio comprobó una vez que, aunque Mickey Free había sido capturado cuando era niño, había sido adoptado como miembro de la tribu, posición que ahora mantenía en plena comunión. Los 10 años durante los cuales, el muchacho se transformó en un guerrero apache White Mountain, eran los últimos en los que estos pudieron seguir con su estilo de vida tradicional sin obstáculos.

Mickey Free fue testigo de las visitas de sucesivos generales y comisionados de paz; del primer reclutamiento de exploradores apaches en 1871; y del establecimiento de la Agencia India de Camp Apache. Mickey Free se dio cuenta de la consolidación de la autoridad estadounidense en Arizona, adaptándose, una vez más, a las nuevas circunstancias. En noviembre de 1872, el general George Crook, comandante del Departamento Militar de Arizona, preparó una campaña contra las bandas nativas hostiles, alistándose Mickey Free como explorador del ejército estadounidense el 2 de diciembre de 1872. Como los soldados no podían pronunciar los nombres apaches, les pusieron apodos. Debido a su cabello rojo y a otras características, los soldados afirmaron que el explorador llamado Félix se parecía a Mickey Free, un personaje de una novela de Charles Lever titulada Charles O’Malley: The Irish Dragoon, escrita en 1840. Mickey Free fue ascendido a cabo el 2 de abril de 1873. Al año siguiente fue ascendido a sargento con un sueldo de 17 $ al mes.

El 4 de diciembre de 1874 fue enviado a Camp Verde para servir como intérprete con un sueldo de 125 $ al mes. Allí conoció a Al Sieber, quien dijo una vez Mickey Free era mitad irlandés, mitad mexicano y todo un hijo de puta. Tom Horn dijo de Mickey Free: Hablaba como un profesor, tanto apache como mexicano. Y era el temerario más salvaje del mundo en ese momento. Tenía el pelo largo, rojo fuego y un ojo azul… Estaba totalmente calificado para ser explorador y guía en todos los sentidos, excepto en el hecho de que nunca tuvo ningún respeto por su propia vida.

Mickey Free sirvió como explorador de George Crook en la persecución de Gerónimo, yendo en su expedición a la Sierra Madre en 1883. En la reserva Apache en Turkey Creek, Mickey Free fue uno de los espías del teniente Britton Davis. Muchos chiricahuas no confiaban en Mickey Free. Cuando los chiricahuas huyeron en 1885, Mickey Free fue una vez más uno de los exploradores que fueron tras ellos. El 11 de junio de 1885, el capitán Emmet Crawford, el teniente Britton Davis y su destacamento de soldados y exploradores apaches cruzaron la frontera mexicana para perseguir a Gerónimo y Naiche. Crawford y Davis se separaron mientras les perseguían. Davis y sus hombres, incluido Mickey Free, perdieron el contacto con Crawford llegando a El Paso en septiembre de 1885. Mickey Free, poco después, regresó a su casa de Arizona.

En 1886, Mickey Free fue con la delegación de Chato y Loco, a visitar Washington, D.C. Poco antes de ir, el hijo de Mickey Free y otro niño se acercaron a un grupo de apaches White Mountain que estaban bebiendo en una fiesta.  Todos estaban borrachos y uno de ellos disparó y mató a los dos muchachos. Mickey Free, por supuesto, estaba desconsolado. Algunos dijeron que el desconsolado Mickey Free fue a Washington para tratar de olvidar lo ocurrido. Mientras estaba en Washington, Mickey Free se reunió con el capitán John Bourke, el hombre que al principio le había contratado como explorador. Bourke le miró y luego escribió: El cabello de Mickey Free estaba en un terrible estado de deterioro, descuidado y sucio. Había signos de su profundo dolor por la reciente muerte de su pequeño de 10 años.

Mickey Free tuvo problemas para acostumbrarse a una vida más tranquila. A veces bebía demasiado. Fue encerrado en el puesto de guardia, perdiendo sus galones de sargento. El teniente Carter Johnson, su oficial en ese momento, escribió: Mickey Free, un mestizo, es quizás el peor hombre de la reserva… Es un tipo de aspecto malvado, y cuando su corresponsal lo vio, su cabeza estaba vendada, ya que lo habían herido unos días antes mientras atacaba al sargento de la guarnición. Él y su esposa estaban borrachos cuando atacaron inesperadamente al soldado, pero él, al ser un tipo fuerte, logró rechazarlos y salvarse a sí mismo derribándolos con la culata de su arma.

Después de retirarse del ejército el 16 de julio de 1893, Mickey Free se estableció en la Reserva de Fort Apache con los apaches White Mountain, pasando el resto de su vida como agricultor hasta su muerte en 1914. También fue tras Apache Kid para cobrar la recompensa que había por su cabeza, 15.000 $.    

No está claro cuántas esposas tenía cuando su hermano Santiago fue a San Carlos a visitarle en 1883. Mickey Free no estaba interesado en volver a la sociedad de los blancos. Quizás el tener varias esposas fue un impedimento sumado al hecho de que tenía una buena posición e ingresos suficientes. Aunque no renegaba de su madre y padrastro, no tenía una familia a la que volver. Santiago diría: Años más tarde, un amigo de la familia me dijo que había visto a mi hermano en San Carlos; que había crecido como un indio y era un intérprete del gobierno. Por eso fui a San Carlos a verle… Al principio no lo reconocí, pero se parecía mucho a su hermana, de piel clara y ojos grises. Ellos le llamaban Mickey Free.

A lo largo de su vida, Mickey Free se casó cuatro veces, teniendo tres hijos y dos hijas. En la primavera de 1894, tuvo otro hijo, pero falleció junto a su madre en 1900. Mickey Free había perdido ya a dos hijos y dos esposas. El reverendo Paul Mayerhoff, que llegó a Fort Apache en 1896, escribió sobre Mickey Free: Tal como lo conocí, Mickey Free era un buen indio, mantenía bien a su familia, era metódico, dispuesto a que sus hijos fueran a la escuela [no tanto como la mayoría de otros padres indios], más trabajador que los hombres apaches en general… A pesar de haber crecido entre la gente que le adoptó en sus formas y puntos de vista… [Mickey Free estaba]… más dispuesto a adaptarse a los estándares del hombre blanco en años posteriores.

Mickey Free falleció en junio de 1914, no siendo llevado a ningún cementerio, ya que fue enterrado cerca del lugar donde vivía, Whiteriver (Navajo County, Arizona), en la Reserva White Mountain.

* Miguel. También conocido como One Eyed Miguel o El Tuerto; Esh-ke-iba; Es-chá-pa; Es-ca-pa o Haskeeba, Aware of His Anger; y a veces llamado Pin-dah-kiss. Era el jefe de la banda Carrizo porque vivían a lo largo del Carrizo Creek, una banda oriental de los Cibecue Apache. Su liderazgo tuvo lugar en las décadas de 1850 y 1860. En 1869, Miguel y su hermano menor, Diablo, iniciaron relaciones con los estadounidenses, sumándose los White Mountain, lo que llevó al establecimiento de Fort Apache en 1870 (primero como Camp Apache). Proporcionó reclutas para la primera unidad de exploradores apaches en 1871. Los apaches de Cibecue se vieron obligados a establecerse cerca de Camp Apache en el territorio de White Mountain Apache. En la primavera de 1874, Miguel murió tras una pelea con apaches White Mountain. Después de eso, Diablo asumió el liderazgo de su hermano mayor fallecido y vengó su muerte. La fotografía fue realizada por Alexander Gardner en 1872.

* Mollie. Hija del jefe White Mountain Pedro. Esposa de Corydon Cooley. En la primavera de 1870, Cooley acompañó al destacamento del coronel John Green para establecer un puesto militar en la recién creada reserva White Mountain, llamado Camp Ord (después de cambiar su nombre por Camp Mogollon, Camp Thomas, y Camp Apache, finalmente acabó siendo llamado Fort Apache el 5 de abril de 1879).

Cooley instaló una granja cerca del puesto y de la Agencia, vendiendo a los militares maíz, carne de ganado vacuno y heno, contratando trabajadores de las bandas de Alchesay, Miguel, Pedro y Petone. Cooley hizo muchos amigos entre los White Mountain, aprendiendo bastante bien su lengua. Al mismo tiempo que administraba la granja, el 14 de febrero de 1871, firmó como explorador, trabajando a las órdenes del teniente Alexander O. Brodie, finalizando su contrato el 31 de mayo de 1872.

Ese verano Cooley se casó con dos hijas de Pedro. Se había sentido atraído por Mollie (prima, o según algunas fuentes, media hermana de Alchesay) cuando estuvo en su ranchería el verano de 1869. En el verano de 1871, Cooley y Mollie se casaron. Ya que Cora había enviudado recientemente, Cooley siguió la costumbre apache de casarse con las dos hermanas. Por supuesto, esto dio que hablar entre las esposas de los oficiales.

El capitán John Gregory Bourke, ayudante de Crook, dijo de Mollie: … una mujer de extraordinario carácter, deseosa de progresar y que sus hijos reciban todos los beneficios de la educación”. No era raro que oficiales comiesen en casa de Cooley. Bourke dijo una vez, después de comer estofado de cordero con pan y mantequilla caseros, champiñones y café: Si una mujer apache puede hacer todo esto, no parece que pase mucho tiempo… que en pocos años, otras puedan animarse a imitar su ejemplo”.

Martha Summerhayes, autora del libro “Vanishing Arizona”, recordaría su primera visita al rancho de Cooley: Parecía haber dos muchachas indias en su rancho junto a varios niños mestizos, casi desnudos, que se paraban y nos miraban mientras nos preparábamos para descansar”. Ese día preguntó a su esposo: ¿Jack, qué muchacha crees que es la esposa de Cooley?. El teniente John Wyer Summerhayes dijo: No lo sé, las dos supongo. La muerte de Cora, la segunda esposa, durante el parto de Lillie R. Cooley Penrod el 7 de noviembre de 1876, puso fin a las habladurías.

El 5 de abril de 1872 nació el primer bebé de Mollie, Belle Crook Cooley Amos; el 6 de noviembre de 1875, Cora Agnes Cooley Pettis; en 1878, Fredric; el 30 de enero de 1882, Charles Paul Cooley; el 4 de febrero de 1891, Corydon Carelton Cooley; y en 1892, Albert W. Cooley.

En noviembre de 1872, Crook reclutó a Cooley como explorador, sirviendo a las órdenes del capitán George M. Randall. Durante los siguientes tres años, participó en la mayoría de los enfrentamientos de la campaña del Tonto Basin.

Cooley se opuso al traslado de los Western Apaches de la Agencia de Camp Apache a la Reserva de San Carlos. Todas las bandas (unos 700 apaches) tuvieron que ir excepto la de Pedro, el suegro de Cooley.

En febrero de 1877, Mollie hizo de matrona en el primer hijo de Carolina y de su esposo, David Edward Adams, portavoz de unos 200 mormones que habían venido de Utah y que se habían asentado cerca de la actual Forestdale (Navajo County, Arizona). El recién nacido llegó en perfectas condiciones a pesar de que Adams había augurado al bebé una “muerte segura”.

La última vez que hizo de explorador fue del 1 de octubre de 1882 al 24 de noviembre del mismo año, trabajando a las órdenes del teniente Charles Gatewood, tras lo cual, se dedicó a sus negocios. Benjamin F. Jackson, superintendente de Escuelas Indias, elogió, en su informe de 1894 al comisionado de Asuntos Indios, el funcionamiento de la escuela de Fort Apache que Cooley ayudó a crear, haciendo hincapié en la labor de una profesora de 18 años llamada Cora, hija de Mollie: Miss Cooley se ha convertido en la más valiosa empleada. Ella… dispone de la mayor confianza y respeto de los niños. Siendo una nativa de la reserva, y teniendo sangre apache, habla la lengua con fluidez, soliendo ser de gran utilidad como intérprete. No hay otra intérprete más competente aquí”.

Durante los últimos años de su vida, Cooley perdió muchas facultades. Fueron numerosas las visitas que recibió, tanto de antiguos oficiales como de apaches. En abril de 1916, el capitán Oliver P. M. Hazzard pasó por su rancho al frente de 20 exploradores apaches que iban a unirse al destacamento del coronel John Joseph Pershing camino de México para perseguir a Pancho Villa. A pesar de estar enfermo, Cooley dio la mano a cada uno de los exploradores apaches, llamándolos a todos por su nombre.

Cooley falleció el 18 de marzo de 1917 a la edad de 80 años, siendo enterrado en el cementerio de Fort Apache con honores militares. Fue un duro golpe para Mollie, quien en varias ocasiones dijo a su nuera, Mrs. Corydon Carleton Cooley que sus días estaban contados.

El 17 de septiembre de 1920, el periódico Holbrook Tribune informó que Mollie había fallecido a la edad de 75 años, siendo enterrada junto a su marido en el cementerio de Fort Apache.

* Nah-deiz-az. Tonto Apache. Nació en 1865 junto al Río Verde. Cuando tenía 10 años, él y su familia fueron obligados a ir a la Reserva de San Carlos. Con 14 años fue enviado, junto a otros niños apaches, a la Escuela Industrial India de Carlisle (Cumberland County, Pennsylvania). De ahí el apodo de Carlisle Kid. Mientras estaba en la Escuela falleció su padre y cuando su madre enfermó regresó a San Carlos para ocuparse de ella. En su ausencia habían construido un camino que atravesaba su parcela agrícola.

El 10 de marzo de 1887, Frank Porter, asesor agrícola de la Agencia, fue a la wickiup de Nah-deiz-az para informarle que él y su madre iban a ser trasladados a otra parcela. Nah-deiz-az protestó entablándose una violenta discusión. Porter fue a la Agencia a coger su revólver y a pedir ayuda al capitán Francis E. Pierce, del 6º de Caballería. Este envió al subteniente Seward Mott para que le acompañase. Cuando Nah-deiz-az vio llegar a los dos hombres armados, temió lo peor. Entró en su wickiup y cogió un viejo revólver Colt que su padre había escondido años antes. Cuando se bajaron de los caballos, Nah-deiz-az salió y apuntó a Porter, sonando un disparo. El joven apache de 22 años no estaba familiarizado con las armas de fuego, no alcanzó a Porter, pero dio a Mott, hiriéndolo mortalmente. Porter, temiendo por su vida, saltó a su caballo y fue a la sede de los exploradores apaches para informar de lo sucedido. El jefe de exploradores Al Sieber envió a Mickey Free y a Es-ki-bi-nadel o Has-kay-bay-nay-ntayl (entonces conocido como Sargento Kid, y luego Apache Kid) a detener a Nah-deiz-az. Los dos exploradores se quedaron sorprendidos cuando Nah-deiz-az les recibió con una mano levantada y con la otra sosteniendo el revólver por el cañón. Llevaron al inconsciente subteniente al puesto donde el Dr. T. B. Davis hizo todo lo que pudo, falleciendo al día siguiente.

Nah-deiz-az explicó en el juicio todos los detalles que le llevaron a disparar, principalmente que se asustó al verles llegar armados, pidiendo clemencia al tribunal. El juez W. W. Porter (sin relación con el asesor agrícola Porter) aceptó la petición de clemencia, reduciendo la pena, de sentencia de muerte a cadena perpetua. Fue llevado a la Penitenciaría Territorial de Yuma y posteriormente trasladado a la prisión federal en Menard (Randolph County, Illinois).

Por aquel tiempo, el Congreso decidió que los tribunales militares no tenían competencia en este tipo de casos y que fuesen los tribunales civiles los encargados de juzgar a los indios acusados de delitos de homicidio, violación, asalto con intención de matar, incendiar o robar. Nah-deiz-az fue enviado a San Carlos, llegando el 25 de mayo de 1889. El funcionario judicial de San Carlos, el teniente F. B. Fowler, apeló ante el juzgado de Globe, quien emitió una orden de detención por homicidio ante Glenn Reynolds, sheriff del Gila County, el 5 de junio de 1889.

Al enterarse, Nah-deiz-az se entregó otra vez, teniendo la vista preliminar el 21 de junio en Globe. Cuando se celebró el juicio, la acusación llamó a Frank Porter, F. B. Fowler, Al Sieber y al Dr. Davis; y Nah-deiz-az se encontró sin testimonios favorables, dando la misma explicación que hizo dos años antes, describiendo la amenaza de reubicación por los militares y las dificultades que él tenía para sacar provecho de su pequeño pedazo de tierra. Insistió que Porter y Mott fueron armados con la intención de desalojarle por la fuerza y que disparó en defensa propia. Que no pretendía disparar al subteniente Mott sino a Porter. Van Wagenen, el abogado defensor, hizo una emotiva petición de clemencia, argumentando que la muerte de Mott fue más una tragedia que un homicidio; sin embargo, el jurado condenó a Nah-deiz-az como culpable de homicidio en primer grado.

El 30 de octubre de 1889, el juez J. H. Kibbey sentenció a Nah-deiz-az a ser ahorcado el 27 de diciembre de 1889. Conmocionado al oír la sentencia, Nah-deiz-az interrumpió al juez gritando: ¡No, yo soy un buen indio!, pero el sheriff Reynolds le ordenó que se callara para que el juez terminara de dictar sentencia. A las 09:00 horas del 27 de diciembre de 1889, Nah-deiz-az fue conducido al cadalso, no mostrando el más mínimo temor, bromeando cuando le maniataron y le pusieron la soga al cuello. Sus últimas palabras al sheriff refiriéndose al trato recibido en Globe y San Carlos fueron: ¡Hasta luego, infierno!. Fue enterrado en el cementerio de Globe junto a las tumbas de dos forajidos blancos linchados en agosto de 1882.

* Naltway, Charles. Tonto Apache. Fue un explorador apache que participó en la guerra de Filipinas entre España y Los Estados Unidos. Entonces no hablaba inglés, solo su lengua nativa. Tras un breve entrenamiento militar de cinco semanas, salieron de California para las Filipinas. En el mismo barco fue James Robertson, otro explorador apache de Bylas (Graham County, Arizona), sirviendo los dos juntos. Naltway era padrastro de Richard Galson, a su vez abuelo de Charlie Llave, un apache White Mountain que, a partir de 2017, ha aportado valiosos datos para enriquecer esta página.

* Oskay-de-notah. Tonto Apache. Fue explorador entre los años 1873 y 1884, inclusive, y un año después sirvió en la Policía India de San Carlos. Fue uno de los 20 exploradores alistados en Camp Verde (Yavapai County, Arizona) en 1873 por el general Crook. Al Sieber era su jefe de exploradores, y el capitán Adna Romanza Chaffee, del 6º de Caballería, era el comandante de Camp Verde.

* Peaches. Pah-na-yo-tishn, también llamado Pe-nel-tishn, era conocido como Tso-ay y Tsoe, aunque los estadounidenses le llamaban Peaches debido a su tez clara y la suavidad de su piel. Era miembro de la banda de Canyon Creek de los Cibecue Apaches (Western Apaches). Estaba casado con dos chihennes de la banda de Loco.

La primera vez que se tiene conocimiento de él fue cuando fue detenido en la Reserva de San Carlos. Entre enero y principios de junio de 1881, el jefe de policía de la reserva, Albert Sterling, y sus policías nativos arrestaron a 20 chiricahuas, seis hombres (dos por emborracharse y cuatro por estar ausentes sin permiso) y 14 mujeres por elaborar tiswin (la típica bebida apache elaborada a base de maíz). Uno de ellos era Tsoe, quien diría que Sterling había ordenado a la policía nativa colgarle de los pulgares. Los parientes chihennes de sus dos esposas se enfadaron tanto que juraron matar a Sterling.
El 19 de abril de 1882, unos 60 o 70 chiricahuas (Gerónimo, Naiche, Chihuahua, Chato, y Bonito, entre ellos) obligaron a los chihennes de Loco a abandonar la Reserva de San Carlos. Con ellos, según la costumbre apache de vivir con la familia de su esposa, estaba Tsoe. Los chiricahuas le dijeron: Tú eres uno de los nuestros. Tienes dos esposas de nuestra gente y tu pequeño es un chiricahua”.
Mientras los chiricahuas huían, Chihuahua realizó dos disparos al aire para que los estadounidenses que los oyeran se dirigiesen al, ya vacío, campamento de Loco. Cuando Sterling oyó los disparos, él y el sargento de la policía nativa Sagotal montaron sus caballos y se dirigieron hacia allí (el resto de los policías aún no se habían reunido). Cruzaron el río San Carlos y galoparon por una abierta meseta de 1’5 km. Los chiricahuas les esperaban en un sendero que iba entre dos pequeñas colinas donde estaban apostados, abriendo un fuego cruzado, matando su caballo e hiriéndole en la mano. Sterling intentó escapar, pero los hombres de Chihuahua le dispararon dos veces más, matándole. Mientras Sagotal, que se había separado de Sterling con los primeros disparos, hizo un movimiento de flanqueo por una de las colinas. Cuando vio morir a Sterling, volvió a la Agencia para reunir a la policía nativa.
Existen diferentes versiones sobre quien mató a Sterling. Sam Haozous simplemente dijo que le mató uno de los guerreros de Gerónimo. El explorador apache John Rope dijo que fue Na-guji (un hermano de Nezegochin). Rope declaró que después de matarle, Na-guji le quitó sus botas, llevándolas durante el resto de la incursión. El periodista e historiador Charles Lummis oyó que estaban involucrados tres hombres, Chihuahua, Na-guji y Trataloris. Un disparo de Trataloris le derribó del caballo y Chihuahua y Na-guji le remataron. Chihuahua admitiría más tarde su participación.
Pero años más tarde, Tsoe reveló a Grenville Goodwin que los chiricahuas mataron a Sterling por haber ordenado a la policía nativa colgarle de los pulgares (los parientes de sus dos esposas, enfadados, juraron matar a Sterling por ello). Esto implica que algunos chihennes de la banda de Loco habían participado en la emboscada que mató a Sterling, lo que contradice la versión de Betzinez de que ninguno de los hombres de Loco luchó ese día. Los chiricahuas que informaron a la escritora Eve Ball dijeron que quien disparó a Sterling fue un chihenne de la banda de Loco llamado Stalosh o Stah Lash (pudiendo ser el suegro de Tsoe).
Camino de la Sierra Madre, en el Arroyo de los Alisos, el coronel mexicano Lorenzo García atacó a la comitiva de chiricahuas el 29 de abril de 1882. Con los primeros disparos, Tsoe resultó herido, falleciendo sus dos esposas y su bebé.
Más tarde, Tsoe participó en la famosa incursión dirigida por Bonito y Chato. El 21 de marzo de 1883 atacaron el poblado minero de carbón de Charleston (a 16 km al suroeste de Tombstone, Cochise County, Arizona) donde el minero P. R. Childs, disparó a Beneactiney (yerno de Chihuahua), matándolo en el acto. Beneactiney y Tsoe eran muy amigos. Con sus dos esposas, su bebé y su mejor amigo fallecidos dijo a los guerreros que quería volver con su gente a la Reserva de San Carlos. Según él, algunos chiricahuas se opusieron, pero uno de los jefes dijo: Dejadle ir si quiere ver a su gente otra vez. Los lazos familiares eran importantes entre los apaches y todos podían entender el deseo de Tsoe de reunirse con sus parientes, principalmente su madre. Parece ser que ese jefe fue Bonito, quien por nacimiento era Western Apache, al igual que Tsoe. Su opinión era muy respetada y si hubo alguna opinión contraria, nadie se atrevió a discutir con él. Entonces dieron a Tsoe un caballo ensillado, un arma y provisiones, y se fue a San Carlos. Esta versión coincide con lo que Jason Betzinez oyó decir a Tsoe: Ahora que he perdido a mi mejor amigo (Beneactiney), no puedo continuar. Voy a dejaros y volver a mi antiguo hogar”.
Tsoe entró furtivamente en el campamento de Nadiskay, un líder apache White Mountain. La policía nativa del teniente Britton Davis pronto se enteró de ello. La noche del 30 de marzo de 1883, Davis era informado por Tar-gar-de-chuse, uno de sus exploradores, de que Tsoe estaba en San Carlos. A primeras horas de la mañana del 31 de marzo, Davis y un centenar de exploradores y policías nativos cabalgaron 19 km hasta el campamento de Nadiskay, deteniéndole a él y a Tsoe.
Al día siguiente, Tsoe informó del motivo por el que los chiricahuas huyeron de San Carlos, pero también reveló valiosa información sobre la incursión de Bonito y Chato, incluso diciendo a Davis por qué ruta planeaban regresar a México, aunque también sabía que esa información era inútil porque, probablemente para entonces, los incursores ya habrían cruzado la frontera. Posteriormente, se alistaría como explorador, accediendo a guiar a los hombres de Crook hasta el refugio de los chiricahuas en la Sierra Madre, recibiendo el nombre de Peaches.
Medio siglo más tarde, Peaches recordaría su primera reunión con Crook: El general Crook me telegrafió para que fuera a Willcox (Cochise County, Arizona) donde estaba él. Crook había dicho a Alchesay que me quería para ir con él y sus exploradores en su campaña contra los chiricahuas porque yo ya había estado en todo ese territorio de México y lo conocía bien. Así que yo fui a Willcox e informé al general Crook. Dijo que me quería para guiar su grupo a México y me preguntó si yo sabía donde podrían estar ahora los chiricahuas. Yo le dije que ellos deberían estar en cierto lugar y si no estaban allí, sabría donde buscarlo”.
El 15 de mayo de 1883, llegaron a Bugatseka, la ranchería de Naiche, Bonito, Chato y Chihuahua. Que los estadounidenses, guiados por exploradores apaches, llegaran a su refugio dejó a los chiricahuas consternados, suponiendo el principio del fin de las guerras apaches.

El 30 de junio de 1904, Tsoe aparece en el censo de Fort Apache como un apache White Mountain, con el nombre de Zoay y Peaches, de 42 años; una esposa de 40 años llamada Tzazinzinay; cinco hijos (Eskeenyeay, de 14 años; Tzatelth de 12; Jilthchee de 8; Gische de 6; y Goodyyun de 4) y dos hijas (Donostlin de 7 años; y Goodsysun de 1 año). Un hijo de Peaches, llamado Teddy Peaches, trabajó como carpintero en varias construcciones en el norte de Arizona y alrededores. Una lesión producida durante la construcción de un puente en Needles (San Bernardino County, California) le dejó incapacitado. Falleció en Cibecue el 16 de marzo de 1965.

* Riley, Sinew. Nació en 1891 en Fort Apache. Se unió al U.S. Scouts en Fort Huachuca (Cochise County, Arizona) en 1922, siendo la tercera generación de su familia que sirvió en el ejército. Su padre fue el explorador John Riley y su abuelo Dead Shot, ahorcado tras los sucesos de Cibecue.

Permaneció con su destacamento de exploradores en Fort Huachuca hasta su desactivación en 1943, retirándose del ejército en 1947, junto a otros seis apaches con el rango de sargento.

El edificio de tres pisos de la Escuela y Centro de Inteligencia del Ejército de Fort Huachuca, antiguamente un cuartel, fue llamado Riley en su honor, el 25 de enero de 1974.

Falleció en 7 de noviembre de 1958.

* Skinatela o Skennatella, William. Apache San Carlos o White Mountain. Asistió con una delegación apache desde la Reserva de San Carlos (Gila, Graham y Pinal Counties, Arizona) al “Congreso Indio” que se celebró en el seno de la “Exposición Internacional Trans-Mississippi” de Omaha (Douglas County, Nebraska) en 1898.

* Smiley. También llamado Smily. Tonto Apache. En julio de 1882 participó en la batalla de Big Dry Wash contra los apaches White Mountain de Na-ti-o-tish, formando parte de la compañía “E” de Exploradores Indios con el grado de sargento, bajo el mando del subteniente George H. Morgan.

Llegó a sargento 1º estando bajo el mando de Al Sieber.

Cuando se licenció se instaló en Verde Valley. En 1930 le pidió al agente de San Carlos que le diera sus ahorros porque quería comprarse un coche a lo que el agente se negó.

Fotografía de 1888.

* Stevens, James. Blanco / Apache White Mountain. James (Jimmie) Stevens nació el 2 de noviembre de 1869. Hablaba apache a la perfección. Hashkeedasillaa, más conocido como Eskeltecela, era un jefe de la banda oriental de los apaches White Mountain. Eskeltecela fue uno de los jefes que aconsejaron la ubicación de lo que más tarde sería llamado Camp Apache (Navajo County, Arizona). Como correo postal trabajaba allí George Harold Stevens, natural de Massachusetts, quien había llegado a Arizona en 1866. Un día conoció a la hija de Eskeltecela, una muchacha nacida alrededor de 1855 llamada Nahlindestowhe. Poco después, George, de 25 años y Nahlindestowhe, de 14, se casaron en una ceremonia tribal, adoptando la joven el nombre de Francisca.

Tuvieron cinco hijos, cuatro de los cuales llegaron a la edad adulta: James (Jimmie), Katarina (Kittie), George, y William. Después Francisca falleció de meningitis el 19 de diciembre de 1882.

En abril de 1882, Gerónimo, al frente de un gran grupo de guerreros, se dirigía a San Carlos para obligar a la banda de Loco a ir a la Sierra Madre. De camino, pararon en un campamento ovejero perteneciente a George Harold Stevens, estando este ausente. En esa época era el sheriff del condado de Graham, cargo que ocupó del 7 de noviembre de 1881 al 7 de noviembre de 1884. A la vez tenía un rancho con 10.000 ovejas, situado en Ash Flat, a 24 km de la actual Bryce (Graham County, Arizona).

El capataz de George Harold Stevens era un mexicano llamado Victoriano Mestas que de niño había sido capturado por Gerónimo en una de sus incursiones por México. Este lo había tratado bien, como solían hacer los apaches con los niños adoptados, pero al cabo de cierto tiempo se lo cedió a un blanco propietario de un rancho y Mestas creció como un mexicano más, casándose con una mexicana.

En el campamento había seis pastores mexicanos, Mestas con su familia, y varios apaches White Mountain con sus familias, entre ellos Bylas (pariente cercano de Francisca, la esposa de Stevens). La mujer de Mestas preparó una comida de tortillas y carne de cordero. Sin embargo, a Gerónimo no le gustaba la carne de cordero, por lo que mató una jaca alazana de dos años perteneciente a Jimmie Stevens, entonces de 12 años, diciendo a la mujer que la cocinase. Cuando terminaron, Gerónimo dio orden de matar a los mexicanos. Seis pastores, Mestas, su mujer y dos hijos pequeños resultaron muertos.

El tercer hijo de Mestas, Estanislao, diría más tarde que la mujer de Bylas suplicó a Gerónimo que perdonara al niño. Gerónimo dijo: Matadlo también, pero Jelikine se opuso. (Posteriormente, la prensa publicaría la historia de ese niño quien dijo haber visto como mataban a sus padres y hermanos y que se había salvado gracias a las súplicas de la esposa de Bylas). Jimmie Stevens no mencionó su nombre, pero por su descripción está claro que era Jelikine: Eso fue cuando el guerrero chiricahua amenazó a Gerónimo. Ese guerrero era un mexicano que había sido capturado de niño y criado por los chiricahuas (en realidad fue por los Western Apaches). Era pequeño de estatura, pero era un gran guerrero y muy valiente. Cogiendo una lanza, la mantuvo sobre el corazón de Gerónimo mientras hablaba: ‘Yo soy un guerrero, Gerónimo, siempre he obedecido tus órdenes. La gente que has matado hoy es mi gente, pero algo, creo que es su Dios, ha salvado la vida del pequeño. No le hagas daño o yo te mataré, Gerónimo. Luego se enfrentó a toda la banda: Mataré a cualquier hombre que haga daño al pequeño. Vosotros sois muchos. Yo estoy solo, pero me llevaré a varios por delante”. El muchacho no sufrió ningún daño.

Varios años después, James Stevens volvió a coincidir con Gerónimo cuando este era prisionero de guerra. Fue en 1898, en la Exposición Internacional Trans-Mississippi de Omaha. El general Nelson Appleton Miles (ante quien se rindió Gerónimo) asistió al “Día del Ejército”, participando en un debate con Gerónimo en el que James Stevens hizo de intérprete. Antes del debate, Stevens reclamó a Gerónimo 50 $ por la jaca que había matado años antes, no consiguiendo nada más que ver la cara de desconcierto del antiguo guerrero.

James Stevens se casó con Eufemia Ballesteros el 1 de octubre de 1893. Falleció en San Carlos (Gila County, Arizona) el 17 de octubre de 1947, siendo enterrado en el Solomon Cemetery (Graham County, Arizona).

* Swift, Adella. Nació en 1927 en la Reserva de San Carlos, viviendo en una zona que tuvieron que abandonar a mediados de la década de 1930 a causa de la construcción de la presa Coolidge.

Adella era nieta de Andrew Noline, un superviviente de la llamada “Masacre de Camp Grant”. En algún momento, a principios de 1871, la familia de Noline fue a la zona donde se unían el Aravaipa Creek y el río San Pedro cuando se enteraron de que algunos apaches Pinal y aravaipas habían llegado a un acuerdo de paz con los militares en Camp Grant.

Los apaches construyeron un dique para desviar el agua que bajaba de la montaña para regar los campos de cultivo. Noline cortaba leña y cazaba codornices y conejos.

A las 05:00 horas del 30 de abril de 1871, un grupo formado por seis estadounidenses, 48 mexicanos, y 94 pápagos, atacaron su ranchería, matando a ocho varones, y a 110 mujeres y niños. También se llevaron a 27 niños. La mayor parte de las muertes fueron realizadas por los pápagos, aplastando el cráneo de los aravaipas con sus garrotes hechos con la madera del mesquite. Los estadounidenses y mexicanos rodearon la ranchería, abatiendo a los pocos que conseguían huir.

La diferencia de muertos entre hombres, y mujeres y niños se debió a que los apaches habían realizado una danza durante toda la noche. Cuando terminaron se fueron a dormir, los hombres, por un lado, y las mujeres y niños, por otro.

Noline era un niño que tenía de siete a 10 años cuando ocurrió la masacre, presenciando como un pápago golpeaba la cabeza de su madre, que intentaba proteger a su hija más pequeña. Adella contó que Noline no podía recordar exactamente cuántos años tenía cuando mataron a su madre, pero dijo que era un niño grande por entonces. Se escondió entre la hierba de oso, una planta herbácea de la zona.

Cuando fue de día, corrió hacia Camp Grant, donde se puso a llorar delante de los soldados, señalando con el dedo hacia la ranchería. No sabía lo que le decían, porque no entendía inglés, pero le montaron en un caballo, dirigiéndose hacia allí. La escena era dantesca con muchas wickiups quemadas.

Noline, cuando era anciano, transmitió oralmente a su familia lo que había sucedido a su gente. Adella realizó varios viajes con Noline al lugar de la masacre. Nos mostró dónde mataron a su gente y nos mostró dónde enterraron a su madre… hoy miras las tumbas y ahora están todas cubiertas de cactus…”.

Después de la masacre, Noline permaneció en la zona, viviendo con otras familias apaches que habían podido sobrevivir al ataque. Cuando creció fue a Camp Verde para alistarse como explorador, con la idea de buscar a su hermana desaparecida, pero no lo consiguió. Allí conoció a su futura esposa, la abuela de Adella.

Cuando dejó de ser explorador, Noline se estableció en San Carlos, donde él y su esposa criaron a sus hijos, incluida la madre de Adella.

Adella pasó gran parte de su infancia entre San Carlos y el pueblo minero de Morenci (Greenlee County, Arizona), fuera de la reserva, donde su padre trabajó como capataz de una mina. De adulta, trabajó como coordinadora de campo del programa “Save the Children”. También ha enseñado en su casa, la lengua apache a niños y adultos.

Adella siguió yendo al lugar de la masacre para mantener vivo el legado de su abuelo Andrew Noline.

* Talkalai. Su nombre era Tau-el-cly-ee o Tol-kli, pero es más conocido como Talkalai. Nació alrededor de 1817 (?, falleció en 1930, por lo que parece excesivamente temprana, pero así nos ha llegado) en el área de Apache Peaks (Gila County, Arizona). Se crio en la Reserva de San Carlos. Fue explorador con tres diferentes generales del ejército de los Estados Unidos, Crook, Miles y Howard.  Participó como explorador   en la última campaña contra Gerónimo. Sirvió 21 años como jefe de la Policía de San Carlos.

A principios del invierno de 1875, Disalin, un guerrero Tonto Apache, tuvo varias riñas con sus tres esposas. Había tratado a dos de ellas tan cruelmente que fueron a ver a John P. Clum, el agente de la reserva, para quejarse. Este les aconsejó que dejaran a su marido si las golpeaba y ataba como ellas decían. Cuando se fueron, Disalin fue al despacho del agente, probablemente con intención de matarlo. Por alguna razón cambió de opinión, y en vez de ello, disparó dos veces contra su ayudante Martin A. Sweeney, que estaba en la oficina de la Agencia. Ambos disparos fallaron. Disalin salió fuera, disparando una vez contra un indio que estaba en la puerta de la oficina, y otra vez contra Clay Beauford, el jefe de la policía india que estaba de pie junto al puesto de guardia. También falló, pero los policías apaches, al oír los disparos, salieron corriendo y le mataron. El autor de los disparos mortales fue Talkalai, hermanastro de Disalin y miembro de su banda. Talkalai dijo a Clum: He matado a mi propio jefe y a mi propio hermano. Pero él estaba tratando de matarte, y yo soy un policía. Era mi deber. Este acto enfadó a algunos miembros de su banda, por lo que se vio obligado a huir de la reserva para instalarse a la localidad de Miami (Gila County, Arizona). Murió el 4 de marzo de 1930 en Miami, siendo enterrado en el Pinal Cemetery (Gila County, Arizona). En su lápida están grabadas las palabras, El amigo del hombre blanco.

* Toggy-Snoggy alias Big Nose. Fue el jefe de una banda de coyoteros White Mountain en la Reserva de San Carlos y un “hombre medicina”. Fue registrado en el censo de 1877 como Boggy-noggies, con 121 seguidores, con la etiqueta “CB”. La fotografía fue realizada por D. A. Markey, alrededor de 1890. 

* Víctor Beto. Era un niño mexicano nacido en el norte de Sonora en 1841 o 1842, capturado por los apaches alrededor de 1849. En enero de 1861 lideró la incursión que capturó a Félix Téllez; fue miembro de la policía apache de San Carlos que actuó en 1877 en el sur de Arizona y New Mexico; fue líder de un grupo local en algún momento antes de 1880; y jefe de una banda en la Reserva de San Carlos en 1882, donde falleció en 1929. Fue apache el 80 % de su vida, integrándose en su sociedad a pesar de ser isnah Naikeyé, un mexicano cautivo según el dialecto apache de San Carlos.

Sabemos poco de Víctor Beto. Su fecha de nacimiento no aparece en ningún registro, pero podemos deducir que nació en 1841 o 1842, al decir que tenía alrededor de siete años cuando surgió la fiebre del oro en California. A partir de finales del otoño de 1848 y primeros meses de 1849, varios miles de mexicanos y estadounidenses partieron hacia los nuevos descubrimientos de oro en California. El hecho de que recordara este dato, 78 años después, indica que estuvo presente en los lugares donde tanta gente se dirigió hacia California. Una de las rutas más concurridas atravesaba el norte de Sonora (justo al sur de la actual frontera internacional).

El 6 de agosto de 1927, solicitó una pensión por haber servido en las “Guerras Apaches”. Gracias a esa solicitud sabemos unos pocos detalles de sus primeros años: No sé mi edad. Nunca he ido a la escuela y no sé cómo llevar un registro de los años. No tengo ocupación. No puedo hacer ningún trabajo. Mi residencia y oficina de correos está en San Carlos, Arizona. Nací cerca de Douglas y de allí vine a la Reserva de San Carlos, donde he vivido desde entonces. Vine aquí de niño en la época en que se descubrió oro en California. Tenía más de siete años por entonces. Nací en México, cerca de Douglas [Cochise County, Arizona]. Mi nombre es Bé do, Vé tol o Bé dol. Ese nombre me lo dieron cuando era joven. Este es un nombre español. Soy mexicano… Fui capturado en una de las incursiones apaches en México cuando era un niño pequeño y llevado a San Carlos por los indios de San Carlos, y he vivido aquí con ellos desde entonces. No sé ningún significado de mi nombre…”.

Probablemente, Víctor Beto mencionó el sur de Douglas (fundada en 1905) como su lugar de nacimiento para situarlo geográficamente en la fecha en que lo dijo. Toda la zona fue “heredada” por México al conseguir la independencia de España, quien había ocupado las tierras donde vivían los nativos, apaches incluidos. La llegada de los estadounidenses cambió el “status quo”.

No hay muchos datos sobre la captura de Víctor Beto. Las incursiones de Western Apaches en el norte de Sonora aumentaron significativamente después del Tratado de Guadalupe Hidalgo (2 de febrero de 1848), y sobre todo en los primeros meses de 1849, momento en el que el propio Víctor Beto señala como la fecha de su captura. Víctor fue capturado por miembros de la banda aravaipa (Tsé hiné, Tséjìné o Tsee Zhinnee)  que significa “gente de las rocas negras” (por las rocas negras que hay en el Aravaipa Creek Valley, las Galiuro, las Santa Teresa, las Santa Catalina y las Rincon Mountains, Arizona). Los aravaipas están incluidos dentro de la subdivisión de los apaches San Carlos. Su jefe era Hashké Bahnzin, más conocido como Eskiminzin. Los incursores que capturaron a Víctor siguieron la ruta más habitual que seguían los Western Apaches en su camino hacia Sonora, según el historiador Ralph Smith, comenzando desde el río Gila, siguiendo por el Aravaipa Creek, y el Valle de San Pedro para adentrarse en Sonora. Esta ruta daba acceso a los apaches a varios pueblos mexicanos, haciendas y localidades mineras como Fronteras, Bacoachi, Arizpe, Nacozari y Bavispe, todas ellas situadas al sur de la actual Douglas.

No se sabe nada de la adolescencia de Víctor entre los apaches. Se supone que fue adoptado por la familia que le capturó o quizás otra familia de la banda se encargó de él. El antropólogo Grenville Goodwin observó que los jóvenes cautivos criados por los  apaches absorbían la cultura y la lengua apache, integrándose perfectamente en la sociedad de sus captores.

La primera vez que sabemos de él es el 21 de enero de 1861, cuando Víctor  Beto era el líder del grupo incursor apache que capturó a Félix Telles del rancho de su padrastro John Ward en el Sonoita Creek, un afluente oriental del río Santa Cruz al sur de Tucson. La captura pudo haber sido más fácil por el hecho de que tanto Víctor como Félix hablaban español.

El ser líder de ese grupo puede indicar que era un jefe de guerra, cuyo papel dentro de los Western Apaches duraba mientras se iniciaba y se  terminaba la incursión. Una vez en su ranchería, ese liderazgo terminaba. Cada grupo local podía tenía dos o tres guerreros capaces de liderar un grupo incursor. El “jefe de guerra” podía ser un subjefe que había heredado ese puesto, siempre que tuviese las suficientes cualidades; podía haberlo alcanzado precisamente por demostrar suficientes habilidades; o ser un guerrero intrépido, tener experiencia o un historial de éxitos pasados. En el caso de Víctor, que tendría unos 20 años cuando capturaron a Félix, habría pasado por la etapa de entrenamiento como “dikohe” o aprendiz de guerrero que empezaba aproximadamente  entre los 14 y los 17 años (los “dikohes” tenían que participar en cuatro incursiones antes de ser considerado como guerrero). Liderar un grupo incursor a los pocos años de su captura revela que Víctor era un buen guerrero.

La próxima vez que encontramos a Víctor en los registros es 16 años después, cuando tendría unos 35 años, como miembro de la policía apache de San Carlos al mando de Clay Beauford, jefe de policía de la Agencia (John Philip Clum era el agente de San Carlos). En febrero de 1877, el gobernador de Arizona, Anson P. K. Safford, pidió ayuda a Clum que los policías apaches patrullasen el sureste de Arizona para proteger la zona de las incursiones de apaches chiricahuas. El 20 de febrero de 1877, Clum y Beauford llegaron a Tucson con 60 policías apaches para alistarlos en una milicia territorial y, una vez equipados, salieron tres días después al mando de Beauford para explorar el sureste de Arizona.

Clum regresó a la Agencia de San Carlos donde, el 20 de marzo de 1877, el Comisionado de Asuntos Indios en Washington, D.C. le ordenó ir a la Reserva de Ojo Caliente (Socorro County, New Mexico) con su policía nativa, y llevar a los chiricahuas allí presentes a San Carlos. Para ello, Clum llamó a Beauford, juntando su policía apache con otros 40 policías nativos, entre los que estaba el jefe aravaipa Eskiminzin, había traído de San Carlos. Clum y Beauford llegaron a Ojo Caliente el 20 de abril y al día siguiente, capturaron a Gerónimo. El 22 de abril, Clum “convenció” al jefe chihenne Victorio para que fueran con el grupo de Gerónimo a la Reserva de San Carlos. El 1 de mayo, Clum y un selecto grupo de 25 policías partieron de Ojo Caliente con unos 450 prisioneros chiricahuas, llegando a San Carlos 20 días tarde. Mientras tanto, Beauford salió de Ojo Caliente el 23 de abril con el resto de policías, llevando raciones para 30 días y 3.000 cartuchos para seguir patrullando por el sureste de Arizona, estando otros tres meses antes de regresar a Tucson, donde la milicia fue licenciada, regresando los apaches a San Carlos.

La participación de Víctor Beto en estos hechos está documentada en sus declaraciones juradas de solicitud de pensión tomadas en la Agencia de San Carlos en agosto de 1927 y junio de 1928. Las declaraciones juradas de tres ancianos apaches corroboraron el servicio de Víctor en la Milicia Territorial de Arizona. Hautushnehay, más conocido como John Sneezy (nacido alrededor de 1838, y participando en la delegación que visitó Washington, D.C. en la que falleció Taza, el hijo de Cochise); Kegoline, llamado Haskell Grant (nacido alrededor de 1859); y Nodatsin, llamado Simon Dudley (nacido alrededor de 1858) afirmaron haber conocido a Víctor Beto desde la juventud. Timothy, el primogénito de Víctor, también hizo una declaración en apoyo de la solicitud de su padre basada en las historias que le contaron en casa. Los recuerdos de Víctor y sus compañeros dan el punto de vista apache de su servicio en la Milicia Territorial de Arizona en 1877.

El propio Víctor relató: Me alisté como explorador, pero cuando llegamos a la frontera entre los Estados Unidos y México, los oficiales no tenían ningún intérprete en español, y yo serví como intérprete y explorador. Yo era soldado e intérprete. Yo no tenía rango. Me alisté en San Carlos, como pensaba con unos 65 exploradores más. Nos dirigimos a Tucson. Allí seleccionaron solo 40 y enviaron 25 de regreso. Yo era uno de los 40 que se quedaron. No puedo hablar nada de inglés. Me licenciaron en Tucson… Luego fuimos a Fort Huachuca. No cruzamos a México, sino que nos mantuvimos en este lado y exploramos a lo largo de la frontera, estuvimos patrullando constantemente la frontera…  No tuvimos batallas. Ninguno de nuestros exploradores resultó enfermo o herido. Nunca estuve enfermo ni herido. No conté la historia del todo bien cuando dije que nadie fue capturado. Nosotros no capturamos a ninguno de los hostiles, pero recuerdo que una noche rodeamos a Gerónimo, a Victorio y a algunos de su banda, y hubo una conferencia con algunos de ellos, y algunos querían rendirse, y otros no, y mientras esta conferencia estaba en marcha, vino otro comando de exploradores de San Carlos, y estos hostiles fueron entregados a ellos, y retomamos la labor de explorar la frontera… No recuerdo cuanto recibí como explorador. Solo me pagaron una vez. Creo que ganaba 30 $ al mes… El agente indio en San Carlos era un hombre llamado Clum. Sé y puedo decir este nombre. Clum y otro hombre blanco me pidieron que me alistara. El otro hombre se llamaba Ruford [se refiere a Beauford]. Íbamos tras Victorio y Gerónimo. Ambos estaban en pie de guerra al mismo tiempo. Puede que no hayan estado los dos juntos, pero ambos estaban dando problemas en ese momento… Capturamos a Victorio, y luego se escapó, y luego fue atrapado por los mexicanos y muerto. Sé que después de que lo trajeron una vez le obligaron a trabajar en las zanjas aquí en San Carlos. Ayudé a capturar a Gerónimo.  

Sneezy afirmó: Conozco al reclamante Beto. Siempre lo he conocido por este nombre. Conozco a este reclamante desde que ambos éramos niños. En el momento en que me alisté con este hombre, recuerdo que había unos 65 exploradores enrolados en San Carlos, y el sargento 1º era Sindithly [Hardy]. Estaba con nosotros cuando llegamos a Tucson, y se fue con nosotros a poca distancia más allá de Tucson hacia la frontera con México, luego nos dejó y fue de vuelta a San Carlos. Fue idea mía que se escapó y nos dejó, y después de su partida, Nob Kuggie fue nombrado sargento 1º, y continuó como sargento 1º hasta que pasaron los seis meses. Éramos 65 alistados Luego, cuando llegamos a Tucson, solo quedaron 40 y 25 fueron enviados de regreso a San Carlos. Luego, después de que estuviéramos como dos días marchando hacia Fort Huachuca, Hardy partió por voluntad propia y se llevó ocho de los exploradores, de modo que nos quedaron 31.

Haskell Grant declaró: Conozco al reclamante en mi presencia. Le conozco desde que se estableció la reserva aquí en San Carlos. Él y yo éramos niños juntos. Sirvió como explorador en el Ejército de los Estados Unidos. Yo sé esto porque él se alistó y sirvió una vez en la misma compañía que yo… Recuerdo que fue en este viaje de exploración que rodeamos una noche a Gerónimo y Victorio, los encadenamos y conversamos con ellos sobre la rendición. Algunos quisieron rendirse y otros no. Finalmente, mientras discutíamos el asunto, llegó otra compañía de exploradores de San Carlos, a donde estábamos y se hicieron cargo de Gerónimo, Victorio y algunos de su banda, y continuamos patrullando la frontera.

Samuel Dudley declaró: Conozco al reclamante, Emanuel Víctor, pero le conozco mejor bajo su nombre indio Beto. Este hombre no es realmente un apache, sino un mexicano que fue capturado una vez por los apaches en una redada en México, y se crio con los apaches, y ha vivido con ellos desde entonces. Dudley luego procedió a describir el uniforme de la milicia: Teníamos un abrigo negro, y los pantalones eran de un color gris azulado. Todos teníamos el mismo tipo de ropa y Beto tenía el mismo tipo. Todos teníamos grandes abrigos negros. En cuanto a la campaña en sí: … era invierno, y cuando llegamos a Fort Huachuca estaba nevando. Estábamos luchando contra el jefe hostil Victorio, como ahora creo. No recuerdo haber estado en Fort Bowie o Fort Thomas esa vez. Fuimos directamente a Fort Huachuca, después de conseguir nuestras municiones en Tucson. Me quedé en Fort Huachuca durante algunos meses explorando desde allí en todas direcciones detrás de los hostiles…, Nob kuggie estaba a cargo. No había oficiales blancos con nosotros. Pero en Fort Huachuca usamos una tienda, entonces no había allí casas allí. Tuvimos que dormir en una tienda… Luego, aún más tarde, fuimos a San Bernardino, y salimos de allí. Estuvimos allí unos dos meses… Recuerdo Fort Lowell. Estaba cerca de Tucson. Creo que fue allí donde nos licenciaron.

Finalmente, Timothy Víctor declaró: Soy el hijo del demandante, Emanuel Víctor. Mi padre es muy mayor y es difícil obtener de él una historia relacionada con su servicio. Su nombre mexicano es Be do o Ve do, o similar… Mi padre se alistó en San Carlos bajo el nombre Be do. Pasó por Black Rocks, y se quedó toda la noche. A la mañana siguiente partió hacia Tucson. Allí permanecieron tres días… Desde Tucson marcharon hasta Fort Huachuca y las montañas circundantes, en busca de indios de Gerónimo, hasta la frontera mexicana. Timothy citó lo que su padre había dicho: … luego marchamos nuevamente hacia Fort Bowie todavía buscando a Gerónimo. No lo encontramos ni a él ni a su banda. Fuimos al sur cerca de la frontera mexicana. Llegamos al Cañón de Guadalupe [Guadalupe Canyon]. Desde allí nos dirigimos nuevamente hacia Fort Bowie, por segunda vez. Cuando entramos en Fort Bowie, llegó un mensaje para que fuéramos hasta el Río Grande… Allí rodeamos a Victorio y su banda. Nuestro oficial escribió una nota para que Victorio fuera a San Carlos. Luego viajamos de regreso al Cañón de Guadalupe. Desde ese punto llegamos a Tucson, y de ahí a San Carlos, donde fuimos licenciados.

Desgraciadamente, no hay una fotografía conocida de Víctor Beto, solo tenemos alguna pequeña descripción de su apariencia física. En 1927, el Inspector S. L. Hoover escribió una carta a John Clum, tratando el tema de la solicitud de la pensión de Víctor, describiéndole como un tipo bastante alto, delgado, anguloso y de color más claro que el apache medio.

En sus diarios, el capitán John G. Bourke dio dos descripciones de Víctor en la década de 1880, que están un tanto en desacuerdo entre sí. En una entrada fechada el 21 de septiembre de 1882, Bourke mencionó a Víctor como una de las personas presentes en una conferencia entre Crook y varios jefes apaches. Lo describió como un cautivo mexicano que ha sido gravemente maltratado por los apaches cuando fue prisionero en su primera infancia. Su rostro estaba roto y hecho polvo. Tres años después, mientras visitaba con Al Sieber unas rancherías apaches a lo largo del río San Carlos, al norte de la Agencia San Carlos, se encontró nuevamente con Víctor. Esta vez dijo que Víctor tiene una mandíbula muy mal formada, debido, como explicó, a una garganta abultada y a un problema de cabeza que reconocimos como paperas. El mismo Víctor explicó su problema facial de la siguiente manera: Algún tiempo antes de alistarme [en febrero de 1877] me salieron unos granos en mi cabeza, y afectó a mi mandíbula, y la arrastró hacia un lado. Ahora tengo una boca muy torcida, toda unilateral, cortada hacia el lado derecho. Esta es mi condición en el momento en que me alisté, pero aparte de esto, no se ninguna marca o peculiaridad de cualquier clase sobre mí.

El escritor Allan Radbourne cita a May Mitchel Naltazan (1895-1978) quien dijo que Víctor, el jefe del grupo [que capturó a Mickey Free], tenía un ojo y llevaba un parche de cuero y una cuerda debajo de la cabeza. Un nieto, Terrell Victor (1918-2012), confirmó que Víctor llevaba un parche en el ojo y recordó a su abuelo, como le conoció en la década de 1920, como un hombre pequeño y jorobado. En sus últimos años, Víctor estaba gravemente lisiado hasta el punto de no poder ponerse de pie y apenas podía sentarse. Su estado fue el resultado de ser atropellado por un automóvil en 1925, mientras cruzaba el puente de acero de la carretera Globe-Safford, 6’5 km al este de la Agencia de San Carlos.

Era costumbre entre los Western Apaches que un joven se casara por primera vez entre los 20 y los 25 años, pero no hay indicios de que Víctor tuviera esposa antes de 1872, cuando tenía alrededor de 30 años. El nacimiento del primer hijo conocido de Víctor ocurrió alrededor de 1873. Ese año fue un momento de gran tensión para los aravaipas y otros Western Apaches. Alrededor de 1870, el gobierno de los Estados Unidos empezó a agrupar a algunos apaches en Camp Grant, uno de los varios puestos de alimentación establecidos por el ejército para distribuir raciones a la población nativa de la zona. Camp Grant, en la confluencia del río San Pedro y el Aravaipa Creek, estaba ubicado cerca del corazón del territorio de la banda aravaipa. En abril de 1871, la masacre de Camp Grant tuvo lugar cerca del puesto militar, con el resultado de más de 100 muertos, en su mayoría mujeres y niños, junto con 28 niños capturados. Se estableció una reserva en diciembre de 1872 y los apaches reunidos en Camp Grant fue trasladados al nuevo lugar de la Agencia San Carlos, en la confluencia de los ríos Gila y San Carlos, en febrero de 1873. Aunque no es seguro, hay bastantes posibilidades de que Víctor y su esposa, como miembros del grupo del jefe aravaipa, Eskiminzin, estuvieran entre los que se trasladaron. Unos años más tarde (alrededor de 1880), Víctor tenía una segunda esposa.

La primera esposa de Víctor fue Es kan, Eskahah o Meskaan después de 1906, y Marie Victor después de 1914. Nació alrededor de 1858 y murió el 12 de abril de 1927 de una hemorragia cerebral, siendo su edad oficial de 69 años. Víctor la llama su primera esposa en la declaración de su solicitud de pensión; llevaban casados ​​unos 55 años en el momento de su muerte. Tuvieron cinco hijos conocidos, pero es posible que tuvieran un sexto, que probablemente falleció antes del primer censo de San Carlos en 1888. En el censo de los Estados Unidos de 1910, Marie informó que nacieron seis hijos de su matrimonio con Víctor, dos de los cuales, Timothy y Leis, aún vivían. Los hijos conocidos de Víctor y Marie son:

Timothy Victor (Ca se cito), nacido alrededor de 1873, y fallecido en San Carlos el 9 de marzo de 1951;

John (Juan), nacido alrededor de 1878, y fallecido probablemente en 1891 como resultado de un accidente de caballo;

Marie (Tsas kai) nacida alrededor de 1885, y fallecida en 1899, probablemente al dar a luz, ya que el primer nieto de Víctor, una niña sin nombre, murió al mismo tiempo. El esposo de Marie en 1899 fue conocido más tarde en San Carlos como Charles Duncan (Tsitieln);

Leis Victor (su nombre parece ser Louis o Luis en el censo de 1889, pero toda su vida fue conocido como Leis). Nacido alrededor de 1887, murió el 2 de enero de 1934 en San Carlos de fiebre tifoidea; y

Nah kai zama, una hija nacida alrededor de 1889 y fallecida en San Carlos alrededor de 1903.

La segunda esposa de Víctor fue Tsadilte (también llamada Sal ta) alrededor de 1880. Después de 1914, fue conocida como Helen Kent. En el primer censo de San Carlos (1888-89), Víctor aparece con las dos esposas, pero en el segundo, en junio de 1890, Víctor y Tsadilte se habían separado o divorciado. El censo de 1888 también incluía a una mujer de 65 años en la familia de Víctor. Era Nangahhah, la madre de una de las dos esposas, estando ausente al año siguiente. Alrededor de 1889-91, el Agente indio estaba intentando eliminar la existencia de más de una esposa en la Reserva de San Carlos. En 1890, Tsadilte aparece como cabeza de familia, viviendo separada con sus tres hijos nacidos durante su matrimonio con Víctor. Permaneció en la banda el resto de su vida, al igual que todos sus hijos. En la década de 1890, Tsadilte se casó y se divorció de otro hombre, tal vez un mexicano llamado José Francisco Morocco, que parece haber vivido la mayor parte de su vida con los apaches, tanto en San Carlos como a veces en Cibecue, en la Reserva de Fort Apache.

José (Joe) estaba casado con María Morocco (Kinyecharnautosh) en 1916 y permaneció con ella el resto de su vida, aunque nunca adquirió ningún derecho tribal. En los censos de San Carlos de 1907 y 1908, Tsadilte estaba casada y vivía con un Tonto Apache llamado Charlie Jim (a veces James), junto con sus hijos menores. Para el censo de 1909, estaba casada con Thomas Tonalje (más tarde Thomas Kent), con quien permaneció casada hasta su fallecimiento el 16 de enero de 1940 en San Carlos. Su edad «oficial» en ese momento se registró como 72, lo que indica que nació alrededor de 1868. Los hijos de Tsadilte con Víctor fueron:

Manuel Victor, nacido alrededor de 1881-82, y fallecido en San Carlos el 3 de febrero de 1973;

Merrit Victor (Netlohay o Negluhe), nacida el 1 de noviembre de 1884, y fallecida en San Carlos el 15 de marzo de 1963;

y José (aparece en los censos de San Carlos de 1889 y 1890 en la familia de Víctor), nacido alrededor de 1887, y fallecido en 1899.

Tsadilte tuvo otros dos hijos, un hijo en 1896 y una hija en 1897. Se desconoce el padre del hijo, pero el padre de la hija era José Morocco, aunque presumiblemente era el padre de ambos hijos. Curiosamente, a ambos niños se les dio al principio el apellido Víctor.

Theodore Victor (Nontsude) nació el 6 de mayo de 1896 y murió de neumonía en San Carlos el 13 de noviembre de 1945 (En su certificado de defunción aparece “padre desconocido”);

Maud (más tarde Goldie) Victor (Naunayneiltsa) nació en octubre de 1897 y murió en San Carlos el 16 de febrero de 1951. En el certificado de defunción de Goldie (Victor) Enfield cita a su padre registrado como Joe Morocco, nacido en México.

En resumen, la familia inmediata de Víctor consistía en sus dos esposas, Marie y Tsaldite, y cuatro hijos, Timothy, Manuel, Leis y Merrit, que sobrevivieron hasta la edad adulta. De los hijos, Timothy y Leis eran hermanos completos, nacidos de Víctor y Marie, con Manuel y Merrit como hermanos completos de Víctor y Tsadilte, pero medio hermanos de Timothy y Leis. Los otros hijos de Tsadilte, Theodore y Goldie, compartían el apellido «Victor, pero no estaban relacionados por sangre con Víctor. Estas relaciones se documentaron formalmente después de la muerte de Víctor en 1929, cuando los cuatro hijos fueron reconocidos como los únicos herederos de su patrimonio. En total, Víctor sufrió la pérdida de cinco hijos a temprana edad, cuatro de los cuales nacieron de Marie y uno de Tsadilte.

La evidencia apunta a que el joven cautivo, Víctor, se crio en la banda aravaipa de los Western Apaches, cuyo territorio histórico estaba en el valle bajo del río San Pedro y se extendía en cada dirección hasta las cordilleras cercanas. Un importante afluente del San Pedro, el drenaje del arroyo Aravaipa, incluía áreas agrícolas de pre-reserva de primer orden y era el territorio de Eskiminzin, uno de los principales jefes de la banda. La única indicación que tenemos para el lugar de residencia de Víctor dentro del territorio original de los aravaipa es lo manifestado por May Mitchel Naltazan en 1977, cuando afirmó que Víctor era del área de El Capitán ubicada a unas 32 km  al noroeste del punto donde Aravaipa Creek se une al río San Pedro, casi en el límite tradicional por el norte entre las bandas aravaipa y Pinal.

Con el traslado de la banda aravaipa en febrero de 1873 de Camp Grant a la nueva Agencia de San Carlos en el Gila, río abajo de su confluencia con el río San Carlos, Víctor, de unos 32 años y con una esposa joven (quizás estaba embarazada o tuviera un niño recién nacido), habría estado entre los aproximadamente 400 aravaipas que fueron a pie desde Camp Grant, hasta el Aravaipa Canyon y hacia el norte sobre las montañas hasta el Valle del río Gila. Al llegar a su destino, los apaches reubicados establecieron sus wickiup en las inmediaciones de la nueva agencia, ubicados en una amplia terraza de grava conocida por los apaches como Ni’té gochii, que significa “La tierra se extiende hacia el agua”.

El 1 de enero de 1874, el capitán George M. Randall tiene noticias de que Cochinay y su banda de “renegados” habían estado visitando la Reserva de San Carlos con el conocimiento de Eskiminzin. No solo el jefe apache aravaipa no había informado de la presencia de los “renegados”, sino que también había abandonado otras responsabilidades, por lo que el 3 de enero, Randall decidió encarcelarlo. Es poco probable que Eskiminzin protegiera a su viejo enemigo, Cochinay. Posiblemente, fue acusado para justificar el encarcelamiento de un jefe considerado peligroso por otras razones. Dos noches más tarde, con una guardia débil, Eskiminzin escapó y seis de las ocho bandas de la Agencia lo siguieron. Víctor y su familia fueron con él, regresando el 24 de abril de 1874.

La banda de Eskiminzin se estableció en tres zonas agrícolas no contiguas a lo largo del río San Carlos, extendiéndose desde el norte de la agencia hasta un punto a unos 13 km río arriba. Víctor se asentó en un lugar llamado por los apaches Tsé hibá (roca gris en el costado), ubicado justo al oeste del río San Carlos y aproximadamente a 4’8 km al norte de la agencia. Si no era el líder de este grupo, pronto asumió ese papel. Ese lugar, el lado este de Tsé hibá a lo largo del lado occidental del río San Carlos, sería el hogar de Víctor durante los próximos 55 años. Tsé hibá pronto se conoció como Victor’s Bluff, un nombre que ha llegado hasta hoy.

La ranchería de Víctor aparece en un mapa del Departamento del Interior de 1880 de la Agencia de San Carlos, preparado para mostrar la ubicación de una zanja de riego propuesta que se extiende desde el río San Carlos, en un punto justo al sureste de la ranchería de Víctor, hasta la sede de la agencia y a una escuela planificada en los terrenos de la agencia. Durante la excursión del capitán Bourke en noviembre de 1885 a lo largo del río San Carlos, al norte de la agencia, visitó las rancherías de cinco jefes, incluido la de Víctor. Bourke anotó en su diario que las rancherías eran similares en apariencia y que todas eran notablemente cómodas, las casas eran en parte de adobe y en parte de troncos pesados ​​y verticales colocados en el suelo y cantidades de cedro atadas para combustible de invierno. Sus campos estaban cercados con alambradas de espino, fueron hábilmente regadas y producían dos buenas cosechas casi todos los años. Una cosecha temprana de cebada, constante cada año, y una segunda de maíz. Calabazas y melones casi con certeza todos los años. Tenían pollos, caballos y vacas, y los mexicanos estaban trabajando para ellos. Las mujeres hacían cestas de varios tipos, demostrando tanto habilidad como gusto. El comentario de Bourke sobre los trabajadores mexicanos que trabajaban en las granjas de los jefes es interesante y refleja quizás una división temprana del trabajo en la reserva.

El papel de Víctor como líder de un grupo incursor en Sonora en 1861 pudo ser temporal, pero no obstante, pudo deberse a fuertes atributos personales, entre ellos la capacidad de imponer respeto a los demás. Quizás antes o poco después del traslado de 1873 a la Agencia de San Carlos, Víctor asumió un papel de liderazgo más permanente dentro de la banda de Eskiminzin, y eventualmente se convirtió en jefe de un grupo familiar conocido como grupo local. Los grupos familiares generalmente estaban compuestos por cuatro o cinco hogares, mientras que el grupo local podía estar compuesto por dos a 10 grupos familiares.

En diciembre de 1880, el agente J. C. Tiffany hizo un Censo de familias e individuos con derecho a subsistencia en San Carlos, Víctor está registrado como un Capitán, con 17 cabezas de familia y 64 personas en su grupo. Para este censo, la familia inmediata de Víctor constaba de siete personas. Si Víctor no era considerado un jefe completo en 1880, al menos era un subjefe importante en San Carlos en esa época.

El anciano Víctor visitó la escuela de San Carlos. Allí habló a los niños apaches a través de un intérprete. Sus comentarios estaban repletos de buenos consejos repletos de sentido común, como si vinieran de un hombre educado en la universidad. Víctor era muy respetado en la reserva, tanto por nativos como por blancos. Era sencillo, honesto y trabajador. Tenía una pequeña granja que cultivaba fielmente con una casita de adobe bastante buena. Pero él y su familia vivía en una wickiup.

Antes de su muerte en noviembre de 1929, Víctor hizo dos testamentos relacionados con su principal activo: el ganado. En el primero, elaborado en mayo de 1925, dejó todo su ganado, estimado en ese momento en unas 200 cabezas, a su hijo Leis y a su esposa Marie. Dio como sus razones el hecho de que Leis se había ocupado del ganado, había vivido y trabajado con su padre y había cuidado el rebaño por él durante muchos años. Después de la muerte de Marie en abril de 1927, Víctor preparó un segundo testamento, dejando la mitad de su ganado a Leis y el resto lo dividió entre los otros tres hijos. Todo el dinero ahorrado se distribuiría equitativamente entre los cuatro herederos. El segundo testamento fue legalizado a través del sistema de la Oficina de Asuntos Indios el año después de la muerte de Víctor. En el momento de su fallecimiento, se estimaba que la manada de ganado de Víctor ascendía a 160 animales, con un valor estimado de 4.800 $.

Víctor había vivido una vida extraordinaria que comenzó como un joven mexicano, arrancado a la fuerza de su familia por un enemigo misterioso y transportado a una tierra extraña, seguido de un período de intensa adaptación cultural que incluyó aprender un nuevo idioma y adoptar una forma de vida desconocida. El éxito de Víctor es testimonio de su valentía y voluntad de sobrevivir en condiciones difíciles. De manera similar, su vida temprana demuestra la voluntad de sus captores de traer a un joven extraño a su hogar e integrarlo cuidadosamente en su cultura, hasta el punto que eventualmente asumió roles importantes dentro de la organización social y económica de los Western Apaches. Al mismo tiempo, está claro que Víctor no olvidó ni trató de ocultar el hecho de que nació en otro lugar. Víctor enseñó a sus hijos a hablar español, junto a la lengua apache, como ejemplo de su  orgullo por su herencia mexicana.

Los últimos cinco años de su vida fueron difíciles, más allá de tener que hacer frente a los efectos inevitables de la vejez. A comienzos de 1925, un automóvil le atropelló mientras cruzaba un puente de carretera a pocos kilómetros de su casa. Aunque el conductor le llevó inmediatamente al Hospital Indio en Rice, nunca se recuperó del todo y quedó gravemente incapacitado por el resto de su vida. Dos años después, falleció su esposa. Tres meses antes de la muerte de Víctor, recibió una carta de la Oficina de Pensiones de los Estados Unidos en la que le negaban la pensión con el argumento de que no había sido un explorador alistado en el servicio militar de los Estados Unidos, sino un miembro de una fuerza policial india y una milicia territorial.

La muerte de Víctor ocurrió el 21 de noviembre de 1929, siendo uno de los últimos cautivos mexicanos que vivían con los apaches y uno de los últimos jefes originales de los apaches San Carlos. Al día siguiente fue enterrado en el cementerio de Peridot (Graham County, Arizona).