Hay dudas sobre esta fotografía de Victorio.
El “National Anthropological Archives” identifica esta imagen como Beitero, un apache mojave, pero históricamente ha sido atribuida a Victorio.
Apache chihenne (mimbreño o Warm Springs). Victorio y Lozen eran hermanos, ella, unos 20 años más joven. Tenían tres hermanas. Gouyen se casó con el hijo de Sánchez (Kaywaykla era su hijo); Otra se casó con Kayitah, (uno de los dos exploradores que convenció a Gerónimo para que se rindiera); y la tercera se casó con Nana.
Muy poco se sabe de sus primeros años. El escritor Dan L. Thrapp estimó que cuando murió tenía aproximadamente 55 años, por lo que pudo nacer en torno a 1825. Hay tres versiones mexicanas que afirman que fue un mexicano capturado por los apaches cuando era niño. La primera, en un ataque a la Hacienda de El Carmen (municipio de San Buenaventura, Chihuahua), propiedad de la familia de Luis Terrazas; la segunda, en la Hacienda de Encinillas (municipio de Chihuahua, Chihuahua), donde trabajaban sus padres, propiedad entonces de Pablo Martínez del Río, y adquirida poco después por Luis Terrazas; y la tercera surgió en la población de Vado de Cedillos (municipio de Guadalupe, Chihuahua) que decía que Victorio era Francisco Cedillos, Jr., adquiriendo su nombre por su tía llamada Victoria.
El hecho de que su nombre fuera hispano no debe apoyar la teoría mexicana de su nacimiento, ya que era muy habitual que los chiricahuas tuvieran nombres españoles. En un censo realizado en 1877 en la banda de Victorio, de 177 cabezas de familia, casi la mitad tenían nombres españoles o de clara derivación hispana, por solo 22 con nombres anglos.
Gillett M. Griswold, quien reunió la más amplia y exhaustiva información genealógica sobre los chihennes, aseguró que Victorio nació alrededor de 1820 en la Black Mountain Range, de New Mexico, no haciendo referencia a su procedencia mexicana o mestiza.
El antropólogo Morris Edward Opler escribió varias veces sobre Victorio en diferentes contextos y nunca mencionó que no fuera un chiricahua de nacimiento.
“The Prescott Arizonian” (un periódico que únicamente duró un año) publicó en 1877: “Victorio reclama ser el jefe hereditario de los apaches, descendiente directamente por el lado de su padre de una larga línea de magníficos antepasados. En esto se distingue de los otros jefes de la misma banda, Loco y Nana, quienes han logrado su propia grandeza. Victorio nació genial. Tiene casi 50 años, alrededor de 1’76 metros de alto, con características irregulares, pero no desagradables, semblante impasible, y su larga melena, con abundantes canas, cuelga sobre sus hombros”. “The Arizona Sentinel” volvió a publicar el artículo el 1 de noviembre de 1879.
Los descendientes chihennes nunca mencionaron que era un cautivo, sino un apache por nacimiento. La escritora Eve Ball, que entrevistó a unos 60 mescaleros y chihennes descendientes de la banda de Victorio, incluyendo a James Kaywaykla (un niño durante la batalla de Tres Castillos), dijo que sus informantes le dijeron que Victorio era totalmente apache. Kaywaykla dijo: “Si no lo fuera, Nana me lo hubiera dicho”. Moses y Raymond Loco, nietos de Loco, dijeron que Victorio no era mexicano, añadiendo: “Ninguna de las historias apaches sobre él le consideran otra cosa que no sea un apache, y si hubiera sido mexicano, ese hecho hubiera sido una parte clave de cada historia contada sobre él”.
Hay varios casos de mexicanos capturados que han llegado a ser importantes personajes en la sociedad apache. Por ejemplo, Costales, que fue capturado en la Hacienda de El Carmen, llegando a ser un subjefe chihenne, y siempre se supo, tanto por los blancos como por los apaches, que era mexicano de nacimiento. Entonces, ¿por qué hay dudas?
Quizás porque Bertha Montes, una sobrina de Eugenio Baeza, propietario en 1948 del rancho donde está situado Tres Castillos, afirmó en 1945 que Victorio había sido capturado cuando era niño de la Hacienda de El Carmen. Escribió en mayo de 1948, “Last of the Great Chieftains”, donde decía que no se sabía nada del niño hasta que “muchos años más tarde… Rufino Padilla, que había estado cautivo de los apaches durante cuatro años, informó que durante su cautiverio había visto a un joven y osado indio cuyo parecido con el padre del muchacho capturado no podía ser pasado por alto”. Si el mencionado “Rufino Padilla” era el cautivo Felipe Padilla, liberado tras la batalla de Tres Castillos, lo cual es posible, tendría entonces 10 años. Si había estado cuatro años cautivo, tenía seis cuando fue capturado, por lo que debido a su juventud, su impresión sobre el parecido de Victorio con el mexicano, que había perdido un hijo muchos años antes, debiera ser tomada con precaución. Además, Bertha dijo que Padilla fue capturado solo unos meses después de la captura del niño que se convirtió en jefe. A pesar de estar cautivo solamente cuatro años, se informó ampliamente sobre Victorio, quien todavía sería un muchacho; y sobre su parecido con un adulto que Padilla había conocido anteriormente en El Carmen. Bertha también ubicó los secuestros a finales de la década de 1790. Esto haría que Victorio tuviera más de 80 años a la hora de su muerte, lo cual es imposible.
Bertha dio el manuscrito “Last of the Great Chieftains” al escritor Charles Leland Sonnischsen, quien continuó con la teoría del nacimiento mexicano de Victorio, sin aportar más datos. Dan L. Thrapp se atrevió a dar un porcentaje en cuanto a su nacimiento, 85 % apache; 15 % mexicano.
El antropólogo Grenville Goodwin dijo que su nombre apache era Bidu-ya, mientras Jason Betzinez afirmó que se llamaba Beduiat.
Inusual en un jefe apache, Victorio solo tenía una esposa. Varias veces su banda fue censada, apareciendo él con su esposa. Por ejemplo, en mayo de 1876, aparecía en las listas de Ojo Caliente con solo una esposa, cinco hijos, y cuatro personas dependientes a las que tenía que mantener. En ningún censo aparece con más de una esposa. Victorio debió haber sido un marido leal, y esto dice mucho de sus cualidades y de su carácter. En el mismo censo aparece su hijo Washington con una esposa y sin hijos pero con tres personas dependientes.
A la muerte de Mangas Coloradas, se alzó con el mando de la mayor banda chihenne. Residió en varias reservas: Tularosa (Catron County, New Mexico); Ojo Caliente (Socorro County, New Mexico); San Carlos (Gila, Graham y Pinal Counties, Arizona) y Mescalero (Otero y Lincoln Counties, New Mexico). El teniente Thomas Cruse, del 6º de Caballería, dijo: “El gobierno hizo caso omiso de las legítimas quejas de Victorio y lo forzó a tomar el sendero de la guerra”.
El 21 de agosto de 1879, un juez y un fiscal, fueron a cazar y pescar con varios amigos a la Reserva Mescalero, junto a Fort Stanton (Lincoln County, New Mexico). Victorio, al reconocerlos, creyó que iban a por él por unos robos ocurridos en las cercanías de Silver City (Grant County, New Mexico), donde les acusaban a ellos, por lo que huyó con unos 40 guerreros. Durante los meses siguientes, se le unieron algunos apaches lipanes y mescaleros e incluso, algo verdaderamente extraordinario, un guerrero comanche. Con Victorio estaba su hermana Lozen, conocida como “la mujer guerrera” y Nana. Victorio está considerado como un maestro en la guerra de guerrillas. Conocía perfectamente la línea fronteriza para huir indistintamente de las tropas estadounidenses y de las mexicanas. Estos últimos cayeron en algunas sangrientas emboscadas hasta que murió en un lugar llamado Tres Castillos (municipio de Coyame, Chihuahua), donde fue alcanzado por tropas mexicanas al mando del coronel Joaquín Terrazas. Al estar rodeados en terreno llano (la loma más alta tenía 30 metros de altura) y ante la falta de munición, los apaches fueron derrotados el 15 de octubre de 1880. En la batalla murieron 62 guerreros y 16 mujeres y niños, siendo apresados 68 más, principalmente mujeres y niños. Escaparon unos 30 apaches dirigidos por Nana.
El Texas ‘Ranger’, James Buchanan Gillett, dijo de Victorio: “El viejo jefe fue probablemente el mejor general jamás producido por la tribu apache. Era mucho mejor capitán de lo que nunca fue Gerónimo, y capaz de comandar una fuerza de hombres mucho mayor. Su segundo al mando era Nana, una oficial muy capaz. Mientras estaba de explorador detrás de la banda de Victorio, conocí a muchos oficiales de los Estados Unidos y, a menudo, alrededor de la fogata, discutíamos sobre el anciano jefe. Todos los soldados coincidieron en que, para ser un indio ignorante, Victorio mostró un gran genio militar, y el comandante McGonnigal declaró que, con la única excepción del jefe Crazy Horse, de los sioux, consideraba a Victorio, el general indio más grande que jamás había aparecido en el continente americano. Siguiendo a este viejo astuto apache, examiné 25 o más de sus campamentos. Era muy meticuloso a la hora de ubicarlos estratégicamente, y sus parapetos eran organizados y construidos con mucha habilidad. Si permanecía solo una hora en el campamento, hacía levantar esas defensas”.
Victorio tuvo cuatro o cinco hijos, sobreviviendo solo su hijo Charlie Istee y su hija Dilth-cley-ih, también llamada Dilth-cley-hen. Charlie Istee estuvo en la Escuela Industrial India de Carlisle (Cumberland County, Pennsylvania; donde se inculcaba la cultura anglosajona a jóvenes de ambos sexos de diferentes pueblos nativos) y luego en Fort Sill (Comanche County, Oklahoma) muriendo ya en libertad en 1946 en la Reserva Mescalero. Dilth-cley-ih se casó con Carl Mangas con quien tuvo seis hijos. Se asentó en Mescalero, falleciendo en 1930.